Ante la indolencia gubernamental para atender su problema, un grupo de madres de desaparecidos entró a la fuerza en un hospital del IMSS Bienestar en Zacatecas para que el presidente Andrés Manuel López Obrador escuchara sus demandas, a las que, como respuesta, sólo ofreció más retórica y evitó hablar con ellas.
En su visita a Fresnillo, Zacatecas, una de las ciudades más azotadas por la violencia y el crimen organizado, López Obrador se presentó a un acto de relumbrón: entregó el Hospital de la Mujer IMSS Bienestar. A las afueras del lugar lo esperaba un grupo de familiares de personas desaparecidas para que el presidente les escuchara.
Para evitar el encuentro con estas víctimas de la violencia e impedir el diálogo, el mandatario fue llevado por otra entrada a las nuevas instalaciones. Sin embargo, las personas que protestaban empujaron y lograron abrir una puerta que lleva al estacionamiento, donde se desarrollaba el acto presidencial.
Durante el acto, los familiares, muchas madres, de los desaparecidos ocuparon la parte posterior, desde donde, mientras López Obrador hablaba y volvía a presumir sus reuniones diarias de “seguridad” de las seis de la mañana, ellas, que portaban pancartas y mantas con imágenes de sus familiares (“Te seguimos buscando”), lanzaban diferentes reclamos, como muestran videos: “¡No se haga, no queremos saber eso, queremos saber de nuestros hijos!”.
Mientras el tabasqueño hablaba de paz, una de las señoras que protestaba gritaba: “¡Cuál paz!, ¡aquí ya no hay paz, aquí ya no duerme uno!”, “Díganos que no pueden para nosotros levantarnos aunque sea con navajas o con lo que sea para aparecer a nuestros hijos, o denos armas para defendernos!”.
En su discurso, López Obrador hablaba de trabajar en coordinación para resolver el problema de inseguridad en el país, y que “vamos a seguir avanzando para que no haya homicidios, que no haya desaparecidos y vivamos en paz en nuestro país. Ése es nuestro compromiso”.
Declaró que “entiendo muy bien la preocupación y la desesperación que tienen familiares por sus desaparecidos, por sus víctimas. Comprendemos muy bien eso, y por eso necesitamos seguir adelante, sin detenernos, hasta garantizar la paz y la tranquilidad de Zacatecas y de todo el país”.
Mientras tanto, retumbaban los gritos de las madres: “¡¿Dónde están, dónde están, nuestros hijos dónde están?!”.
Y el presidente mencionaba que seguiría el apoyo al gobernador David Monreal y que, por supuesto, la violencia es un problema heredado de gobiernos pasados.
Mientras López Obrador dice todo eso, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas señala que en el país hay, hasta este viernes, 111 mil 954 personas de las que no se sabe su paradero, 3 mil 510 de ellas en Zacatecas.
Y hace unos días, la revista Time nombró a la mexicana María Herrera Magdaleno como una de las 100 personas más influyentes de 2023. Ella tiene desaparecidos a cuatro de sus ocho hijos, dos en 2008 y dos en 2010, y ha sido una de las líderes de los grupos de madres buscadoras durante años.
Por supuesto, López Obrador no quiso entrevistarse con quienes hoy le solicitaron que les atendiera.
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— Jairo Antonio López (@lopezjairoa) April 14, 2023
