Desde luego le preocupa mucho al presidente, a su gabinete y a SU Poder Legislativo. Pero le preocupa muchísimo y en primer lugar a la SEDENA, la gran beneficiada con contratos a modo, adjudicaciones directas, con la administración de obras opacas en las que no le rinden cuentas a nadie dizque por “seguridad nacional”. ¡Cómo carajos no van a querer desaparecer al INAI!
Los militares son sin duda los grandes vencedores de esta batalla ya que controlan cada vez más y prácticamente todo: aduanas, puertos, aeropuertos, turismo, el inútil Tren Maya y hasta el CONACYT. Por si fuera poco, nadie les puede reclamar ni preguntar nada ya que gracias a su empoderamiento seguirán cometiendo tropelías hasta que termine la pesadilla. ¿Le preocupa el INAI acaso al pueblo bueno y sabio? Me atrevo a decir que bastante poco, si no es que nada.
Es triste, pero hay que reconocerlo. Haga usted la prueba, pregunte aquí y allá a los que no manejan profesionalmente estos temas qué sucedió la “noche negra” —como ya se le conoce— con las 20 reformas que ordenó AMLO y pocos podrán dar cuenta de ello. Unos cuantos podrán contestar alguna de las siguientes preguntas: ¿qué importancia tiene la protección de nuestros datos personales? o ¿dónde fueron a dar los recursos del INSABI?, ¿por qué es importante la libertad de cátedra y de investigación? o ¿cómo es posible que la Secretaría de la Función Pública, se convierta en juez y parte y sea ahora la responsable de todas las compras de gobierno? En fin, hay muchas preguntas más, todas surgidas a partir de la descarada asunción del Poder Legislativo por parte del Ejecutivo. De ese tamaño es el problema.
La defensa heroica que los partidos de oposición (PRI, PAN, PRD y MC) hicieron para que se nombraran comisionados del INAI y pararan la demolición de instituciones gracias a las 20 reformas impuestas por el presidente, será recordada por todos los demócratas de nuestro país, hoy y siempre. Quedará para la historia del autoritarismo, la foto en Palacio que inmortaliza la abyección generalizada de los legisladores de MORENA, PT y Partido Verde en la ya mentada noche. Estos supuestos representantes del pueblo, todos fueron a recibir instrucciones y a rendir pleitesía absoluta al emperador de Palacio.
La obediencia ciega de los legisladores empleados de AMLO es muestra de cómo la ambición de poder y dinero están por encima de principios y desde luego muy lejos de pensar en el bien común. Una sociedad sea simple o compleja necesita para su pleno desarrollo de la inteligencia cognitiva y de la inteligencia emocional de sus gobernantes y de todos los y las ciudadanos. Se necesita especialmente eso que los psicólogos llamamos inteligencia social, la que permite ser empáticos, respetuosos con todos, capaces de escuchar y del diálogo y que conlleva fundamentalmente la moderación de los egos.
Detrás de todo dictador (o dictadorzuelo) hay un narcisismo desbordado capaz de despertar en sus seguidores lo peor de ellos mismos para así –dicen sus lacayos– intentar parecerse al tirano. La historia está plagada de situaciones como está…pero también está repleta de hombres y mujeres que no se dieron por vencidos y con valentía y dignidad salieron a defender lo mejor para todos.
El INAI y las libertades no se tocan, no lo olvidemos.
