El Atlético de Madrid logró una victoria en los octavos de final de la Copa del Rey al vencer al Real Madrid en una prórroga emocionante. Esta victoria representó una revancha para el Atlético, que fue eliminado por el Real en las semifinales de la Supercopa hace una semana.
El estadio Metropolitano fue el escenario del segundo derbi madrileño en una semana. Aunque el Real Madrid llegó como campeón de la Supercopa de España, el ambiente estuvo marcado por una sensación de revancha. Lamentablemente, el evento se vio empañado por cánticos racistas hacia Vinicius Jr. y actos de violencia contra un periodista por parte de ultras antes del partido. Estos incidentes ensombrecieron un derbi que debería centrarse únicamente en el futbol.
El enfrentamiento comenzó con unos minutos de tanteo, pero la intensidad creció con el tiempo. A pesar de la falta de la misma intensidad que en la Supercopa, el Real Madrid se mostró ligeramente superior. Samu Lino sorprendió al abrir el marcador para el Atlético, pero el Real Madrid respondió rápidamente con un gol en propia puerta de Oblak tras un centro de Modric. La primera mitad terminó con un empate inesperado.
El segundo tiempo comenzó con una iniciativa notable por parte del Real Madrid, liderado por un activo Jude Bellingham. Sin embargo, un error de Lunin en la portería permitió a Morata anotar el segundo gol para el Atlético. Con Joselu marcando el empate para el Real Madrid, el partido se encaminó hacia la prórroga.
En la prórroga, el Atlético mostró más frescura y orden, aprovechando el desgaste del Real Madrid en la final de la Supercopa. Griezmann brilló al crear una jugada espectacular y anotar el tercer gol. Un contraataque liderado por Memphis y finalizado por Riquelme selló la victoria para el Atlético de Madrid.
Diego Simeone celebró la victoria, el Metropolitano rugió y el Atlético de Madrid avanzó a los cuartos de final de la Copa del Rey. Fue una noche significativa para los aficionados “colchoneros”.
CEEA