Luego de dos meses, el Tercer tribunal de Alzada en Materia Penal del Estado de México por fin tramitó la apelación de una joven que denunció haber sido víctima de violación cuando era niña y que, pese a las pruebas, la jueza Araceli Gutiérrez dejó libre al presunto agresor.
En diciembre pasado, etcétera reveló que Araceli Gutiérrez Contreras, jueza de Control en el Estado de México y que se presume como experta en brindar justicia para adolescentes y menores de edad, dejó en libertad a un presunto violador infantil que agredió al menos 50 veces a su víctima, actualmente una joven, con el argumento falaz y desinformado de que los delitos ya habían prescrito.
En una sola audiencia y en menos de dos horas, la jueza de Control ubicada en Tlalnepantla, Estado de México, dejó en libertad al agresor, que había sido aprehendido tras una denuncia de “A.C.” y su familia. Durante la audiencia, celebrada el 12 de noviembre y de la que etcétera tiene video, la jueza se embarcó en una serie de cálculos apresurados sobre la prescripción del delito para justificar la liberación del imputado, bajo el falso supuesto de que los delitos de violación equiparada y actos libidinosos contra una menor ya habían prescrito.
Incluso la jueza negó la participación del asesor jurídico de la víctima y concluyó que el delito estaba prescrito, por lo que determinó el sobreseimiento del caso y ordenó la liberación del imputado.
La víctima y su familia interpusieron un recurso de amparo el 15 de noviembre, el cual apenas el 27 de enero fue remitido al Tercer tribunal de Alzada en Materia Penal del Estado de México.
Ahora corresponde a los magistrados evaluar el caso y determinar si confirman la resolución de la jueza, ordenan una nueva audiencia inicial o, en el mejor de los casos, vinculan a proceso al acusado.
En entrevista con etcétera, la joven A.C. refirió que, previo a la audiencia, su agresor –que fue chofer de su familia cuando ella era pequeña– se ufanó ante su familia y su asesor jurídico de que sus “actuales patrones” le daban todo el “apoyo” y saldría libre sin problema alguno.
Ante la sorpresa de los representantes del Ministerio Público, dijo la joven, “la jueza ignoró la abundante jurisprudencia en torno a esta clase de delitos, que impiden el sobreseimiento o la prescripción”, así como lo que dispone el Código Penal mexiquense.
Explicó a etcétera que Gutiérrez Contreras ignoró su obligación de juzgar con perspectiva de género y considerando el interés superior de la niñez, pues cuando los abusos tuvieron lugar ella era una niña.