Primero se sospechó de un ataque hacker, luego de una baja decretada por el propio corporativo Twitter (que ha sido demandada constantemente), pero al final resultó que fue un furibundo empleado a punto de dejar el trabajo en la red social, el que desactivó la cuenta Twitter del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Algunos lo han denominado, en tono de broma, como los 10 minutos de mayor paz en la red social. Durante algo más de ese lapso la cuenta de Donald Trump en Twitter estuvo desactivada hasta que el error fue corregido. Sólo fue el berrinche de despedida de un empleado en su último día de trabajo, pero el escándalo fue mayúsculo.
“Hace un rato, la cuenta de @realdonaldtrump se ha desactivado de manera inadvertida debido a un error humano. La cuenta estuvo de baja durante 11 minutos y ya ha sido rehabilitada. Seguimos investigando y tomando las medidas para evitar que esto vuelva a suceder”, reportó en un primer momento Twitter.
Poco después se descubrió que la desaparición de la cuenta se debía a la venganza de un empleado a punto de dejar el trabajo en la red social. “Durante la investigación hemos sabido que lo hizo un miembro del equipo de atención al consumidor durante su último día. Estamos haciendo una profunda revisión interna”, reconocieron más tarde .
Twitter es el medio de comunicación preferido del presidente Trump. Se dio de alta en marzo de 2009, y desde entonces ha enviado más de 36 mil mensaje y supera los 41 millones de seguidores. En una entrevista con Maria Bartimoro, de Fox News, el mes pasado reconoció que una de las razones de su llegada a la Casa Blanca fue el uso que hace de esta plataforma.
“Tienes que mantener el interés de la gente, ya sabes. Cuando alguien dice algo sobre mí puedo ir directamente y resolverlo”, aseguró. El equipo más cercano del Presidente, sin embargo, ha batallado para tratar de corregir o modular esta situación poco institucional, que es fuente de constantes enfrentamientos, especialmente con la prensa, y de numerosos errores (desde informes falsos flagrantes, hasta fallas básicas de ortografía o sintaxis).
(Con información de El País)
aml