Yo encuentro estos motivos para no abatirnos, además de los que nos correspondan a cada quién, en la vida personal:
1. El premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades para Alma Guillermoprieto.
2. Que no esté Carlos Marín en Tercer Grado, de Televisa.
3. Ver a David Faitelson aceptar que América aplastó a Pumas (le cuesta tanto al pobre).
4. Echar de menos el “Cómo no te voy a querer” de los fieles seguidores Pumas (son tan auténticos e intensos frente a la derrota de su equipo).
5. La alegría de los aficionados Chivas, que no habían ganado una Concachampions en 56 años
6. Los caracoles de la doctora Beatriz Gutiérrez Müller.
7. Darse cuenta del verdadero rostro de AMLO, ahora que siente que su arroz ya se coció. Sobre advertencia no hay engaño.
8. La serie sobre Luis Miguel es muy buena.
9. Cambia, la vida cambia: ellos La Rosa de Guadalupe, ustedes, María Mercedes y nosotros Rina, Los ricos también lloran, Colorina, Viviana… No hay de qué espantarse.
10. El brody Jorge Campos al decir que lo suyo, lo suyo, es el deporte y no incursiona en política porque ello requiere preparación.
11. Disfrutar “Avengers Infinity War”, lo mejor del mes en cartelera comercial.
12. La fama que adquirió el Cerro de las Campanas. Eso permitirá que muchos lo conozcan porque antes ni idea tenían de eso.
13. Es divertido ver las desquiciantes afirmaciones de AMLO y sin que lo critiquen sus creyentes. Pero verlo llegar en moto a la reunión de la CIRT, no tiene precio.
14. A los aficionados al futbol, hace seis años, ya nos estaban criticando por enajenados y ahora no, porque quienes nos cuestionaron creen que este arroz ya se coció.
15. Hay excelentes chistes, como la encuesta de El Sol de México que en enero pasado colocó a Meade sólo tres puntos abajo de AMLO.
16. Ustedes recuerdan a Carlos Benavides alías “Huicho Domínguez”, sí, la imagen oficial de Morena durante la segunda mitad del año pasado. También recuerdan que hace casi un año, el 7 de marzo de 2017, tronó contra el gobierno de EU porque le quitó su visa y lo regresó al país. Bueno pues hoy reconoce: “nos quisimos pasar de listos” al trabajar con una visa de turista. ¿A poco no es divertido el asunto?