México no puede sucumbir en la coyuntura de ningún proceso electoral, mucho menos sumirse en la contemplación pasiva de la violencia y la impunidad, pronunció este día el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.
Al entregar el Informe de Actividades 2017 ante el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Ombudsman nacional condenó la crispación, polarización, incertidumbre y violencia política bajo cualquier forma que se presente. Aseguró que los ejercicios democráticos deben ser la ocasión para encontrar vías de salida a los problemas que enfrentamos, no rutas rumbo a callejones sin salida de violencia, intolerancia y división.
Por ello demandó a las fuerzas políticas elevar el nivel de la discusión para que todos tengamos altura de miras para ver propuestas de debates que confronten ideas y no personas. Esto -enfatizó- con el único objetivo de que los mexicanos tengamos claras las plataformas electorales desde una perspectiva ajena a la polarización, por lo que hizo un llamado a dejar atrás los discursos de odio que dividen y polarizan.
“Solo las normas y las instituciones que las materializan pueden rescatar y fortalecer la legalidad y el respeto de la dignidad de las personas ante cualquier entorno que las amenace. La construcción del desarrollo y el bien común al que aspiramos no se logrará fomentando el odio, la intolerancia o la exclusión”, agregó.
Ayer por la tarde, el vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, también aludió al riesgo de que el odio y la violencia puedan afectar la normalidad democrática en el país, por lo que exhortó a mantener un clima de respeto y concordia.
“Las elecciones son un proceso democrático, donde se habrán de elegir gobernantes, no enfrentarnos como sociedad, ni caer en insultos, odios o expresiones de violencia”, sostuvo.