Un estudio elaborado por la coalición Por México al Frente coloca a Ricardo Anaya Cortés a 3.8 puntos de Andrés Manuel López Obrador, quien en todas las encuestas ha mantenido el liderazgo desde la precampaña.
Sin embargo, aunque la brecha en las encuestas ya es de más de dos dígitos, este estudio señala que mientras el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia concentra 31.6% de las preferencias electorales, Anaya Cortés acumula 27.8%; ya en el tercer lugar está José Antonio Meade con 7.9% menos que el abanderado del Frente.
Para obtener dichos números, el equipo encontró un modelo metodológico llamado MrP (Multilevel Regression and Post-stratification), elaborado en Estados Unidos para la elección presidencial de Estados Unidos en 2016 por Gary Langer, presidente de Langer Research, el cual, según señalan, acertó en 49 estados y falló en sólo uno.
Aunque no incluyen una explicación más a fondo sobre este último dato, sí recuerdan que hace dos años precisamente en Estados Unidos las encuesta fallaron, ya que pronosticaron que Hillary Clinton tenía una probabilidad de ganar del 71.4%, en contraste con el 28.6% de Donald Trump. Los resultados lo conocemos, aunque no hay que dejar de recordar que el sistema de votación no es igual al de México, es decir, no cuenta voto por voto a nivel nacional.
Luego de localizar el modelo arriba citado, el equipo -explican- creó uno más sofisticado al que llamaron Mr Pepe (Multilevel Regression and Post-stratification for Pseudo Energy calculations of the Proportions of Electoral Preferences), el cual es la unión del modelo predictivo MrP (que predice la probabilidad de ganar la elección para cada candidato) más un cálculo de Pseudoenergía de Shannon (para convertir dicha probabilidad en votos esperados).
La confiabilidad del modelo aplicado, no obstante es de 90%, mientras que encuestas como las de Mitofsky, Reforma, El Universal, El Financiero, GEA-ISA, mantienen este nivel en 95%.
Aun así, el equipo del Frente incluye toda una serie de encuestas que al final fallaron, como las del Brexit, el Plebiscito de la Paz en Colombia, encuestas a gobernador en Chihuahua en 2016, entre otras.
En ese sentido sostienen que las encuestas son estudios probabilísticos, no predicciones. Ya concentrados en esta elección dicen que esos ejercicios sobrerepresentan municipios de bajo rezago social, así como los más violentos.
“Varios encuestadores diseñan la muestra a través de resultados históricos; en elecciones anteriores Morena no existía y parte del voto de AMLO pertenecía al PRD y a MC, por lo que una muestra diseñada con históricos electorales subestima al PRD y a MC y sobreestima a Morena”, comentan.