En el marco de las disputas presupuestales y de las políticas de austeridad, ayer Andrés Manuel López Obrador expresó que su administración podría pasar de la austeridad republicana a la “pobreza franciscana” para poder cumplir sus compromisos. Entre éstos destacan la reducción del déficit y la entrega de pensiones y otros programas.
Por ello, López Obrador comentó que “si hace falta pasar a la fase de la pobreza franciscana, no lo vamos a descartar”.
Asimismo, criticó a los funcionarios que han manifestado su preocupación por la reducción salarial que se avecina.
En la presentación del programa Jóvenes Construyendo Futuro, donde también dijo que su gobierno no perseguirá a nadie y que no encarcelará a ningún famoso, añadió que “no hay que pensar que vamos a actuar mal o vivir con la desconfianza siempre. Es una etapa nueva, estoy seguro que los servidores públicos vamos a actuar con mucha rectitud”.
El presidente electo declaró también que el programa mencionado será emblema de su gobierno, ya que recibirá 110 mil millones de pesos para atender a 2 millones 600 mil jóvenes que ni estudian ni trabajan, quienes recibirán una beca de 2 mil 400 pesos mensuales. “Aunque nos quedemos sin camisa, se van a tener los fondos para financiarlo”, expresó.
También planteó que ese proyecto tendrá impacto en la reducción de la inseguridad y la violencia en el país, ya que tiene como propósito dar alternativas a los jóvenes “para que no caigan en la tentación de formar parte de las filas de la delincuencia o de la frustración. Si lo logramos, estaremos llevando a cabo una gran transformación y vamos a competir al tú por tú con los que están atrapando a los jóvenes”.