Jeff Sessions ejecutaba muchas políticas del presidente (como la mano dura contra inmigrantes), a quien apoyó desde la campaña electoral; sus conflictos derivaron de que se mantuvo al margen de la trama rusa.
Mediante su cuenta en Twitter, el presidente Donald Trump anunció que Jeff Sessions deja el cargo de fiscal general de Estados Unidos, quien renunció a solicitud del mandatario.
“Agradecemos al fiscal general Jeff Sessions por su servicio, y le deseamos lo mejor”, escribió Trump, quien en ese momento publicó que el sustituto sería anunciado más tarde.
Lo hizo en un tuit posterior: “Estamos encantados de anunciar que Matthew Whitaker, jefe de gabinete del fiscal general Jeff Sessions en el Departamento de Justicia, se convertirá en el fiscal general en funciones de Estados Unidos. Él servirá bien a nuestro país”.
También se hizo público el documento de la renuncia de Sessions, que inicia de la siguiente forma: “A petición suya, presento mi renuncia”.
En su misiva Sessions expresó que está “honrado de servir como fiscal general y haber trabajado para implementar la agenda de aplicación de la ley basada en el estado de derecho que formaba una parte central de su campaña para la presidencia”.
Ya desde hace al menos un año Trump manifestaba su inconformidad porque Sessions no quiso supervisar la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones norteamericanas, lo cual le impedía influir sobre el trabajo del fiscal del caso, Robert Mueller.
En la decisión de Sessions de mantenerse alejado de esa investigación contó que él había participado en la campaña de Trump y a sus propias comunicaciones con el embajador ruso.
Sin embargo eso no cayó bien a Trump, quien llegó a decir que Sessions nunca había tomado el control del Departamento de Justicia. En agosto pasado, mediante un tuit, el presidente opinó que Sessions debería detener la investigación de Mueller.
Pero si bien Sessions no intervino en la investigación de la trama rusa, sí realizó muchas otras políticas de Trump, como dar reversa a medidas de Barack Obama sobre inmigración (en la que, por ejemplo, impuso mano dura), reforma policial y derechos civiles.
El año pasado, Trump despidió a la fiscal general interina Sally Yates, y al director del FBI, James Comey.
