Al Dr. José Antonio de los Reyes Heredia, Rector General de la Universidad Autónoma Metropolitana
A las autoridades universitarias de las Unidades Iztapalapa, Xochimilco, Cuajimalpa, Azcapotzalco y Lerma
Al movimiento estudiantil de las cinco unidades académicas y comunidad universitaria en general
A la opinión pública
Las abajo firmantes, académicas y administrativas de diversas Instituciones de Educación Superior de México, integrantes de la Red Internacional de Feministas en el Medio Académico (RIFEMA) fundada en 2019, con el objetivo de contribuir a la institucionalización de mecanismos en favor de la igualdad sustantiva, la no discriminación y el derecho a una vida libre de violencia de las mujeres en las IES, manifestamos nuestra preocupación ante los hechos de violencia en razón de género ocurridos en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y los que se han denunciado en las distintas Unidades Académicas de la misma Casa de Estudios, en particular el caso de la revictimización de una alumna de la Unidad Cuajimalpa quien habría sido víctima de violación por un alumno de la Unidad Cuajimalpa, lo que derivó en la toma de las instalaciones de las cinco unidades académicas de la UAM.
Las protestas de las alumnas de esta Universidad constituyen una exigencia legítima ante las múltiples experiencias de acoso y hostigamiento sexual, abusos sexuales, discriminación y otras violaciones a derechos humanos que se han dado a conocer y que han expresado también profesoras y trabajadoras administrativas de esta institución. Por ello consideramos relevante enfatizar los siguientes puntos respecto a la problemática:
1. Es evidente que los mecanismos de atención a la violencia y para la igualdad de género no favorecen el ejercicio del derecho a una vida libre de violencia ni al avance de acciones institucionales para la igualdad. Las instancias que investigan y sancionan no están bien diseñadas pues carecen de una autonomía que les permita actuar y responder imparcialmente a las víctimas de violencia de género.
2. Las Unidades de género no cuentan con el equipo suficiente para atender de manera integral la violencia por razones de género, aunado a que no tienen voto en las instancias que resuelven, sumado a esto, la falta de voluntad política de las autoridades para la erradicación de la problemática.
3. Se observa una falta de sensibilidad y formación para actuar institucionalmente con perspectiva de género y derechos humanos en las instancias que investigan y sancionan los casos de violencia de género.
4. La respuesta parcial y evasiva de las autoridades universitarias ha implicado elretraso en la resolución puntual a los respectivos pliegos petitorios, lo que implicauna fuerte omisión por parte de la Rectoría General (RG) de la UAM, que hadesplazado a las Unidades Académicas la responsabilidad institucional de dar unarespuesta única yconcreta alospliegospetitoriospresentados.
5. La Universidad es legalmente una institución no cinco unidades independientes; desconocerlo es una estrategia dilatoria de la RG que vulnera el derecho a una vida libre de violencia y el derecho a la educación, consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos así como en las normativas internacionales.
6. A 49 años de su creación, la tercera Universidad más importante del país no había tenido una oportunidad como la que hoy se presenta para generar los cambios estructurales necesarios en el ámbito institucional, académico y de la prestación del servicio, tal como ordenan los artículos 42 y 43 de la Ley General de Educación Superior, vigente en nuestro país desde el 2021.
Por lo anterior, nos pronunciamos en total apoyo al pliego petitorio de las estudiantas y estudiantes que sostienen el paro y exhortamos a las autoridades a realizar las diligencias correspondientes para garantizar la integridad y seguridad del estudiantado en paro, comprometiéndose a no realizar ningún tipo de represalia durante y después del paro.
Reconocemos el valor y ejemplo de dignidad que han mostrado las alumnas, apoyamos su lucha por una universidad que garantice los principios en que se sustenta y tome las medidas adecuadas para fortalecer a las Unidades de Género, además de aprobar un único Protocolo de Atención y Sanción a la Violencia de Género para toda la Universidad armonizado con la legislación nacional e internacional en la materia que contemple de manera precisa las rutas de prevención, atención, sanción a la violencia en razón de género y reparación integral del daño, tomando como base las experiencias recabadas de la implementación de los protocolos de sus Unidades Académicas y sume las voces de las víctimas que han activado los procedimientos de atención y sanción. El objetivo no puede ser otro que beneficiar a la comunidad universitaria en su conjunto.
Atentamente,