El Partido Liberal, el más antiguo de Honduras, se encuentra en la mira de autoridades norteamericanas por la presunta infiltración del narco en sus campañas electorales.
Un documento interno de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) revela que solicitarán a las autoridades hondureñas colaboración en torno a dos pistas generales, una que tiene que ver con la campaña presidencial actual, y otra, con la campaña del 2013.
De hace cuatro años, la DEA requerirá ampliar declaraciones realizadas por el entonces coordinador de la campaña presidencial del candidato Mauricio Villeda, el ingeniero Benjamín Bográn.
Bográn, procesado como parte de un fraude al Seguro Social de ese país, declaró que la campaña de Villeda, en la que el Partido Liberal quedó en tercer lugar, había sido financiada con fondos del narcotráfico.
El empresario manifestó a fuentes norteamericanas que estuvo presente en una reunión donde presenció la entrega de cinco millones de lempiras en efectivo a Mauricio Villeda por parte del narcotraficante Carlos Arnoldo Lobo, conocido como el “Negro Lobo”, un capo que fue extraditado a finales de 2014 a Estados Unidos por el nuevo gobierno de ese país.
De igual forma, Bográn expresó que se realizaron varias reuniones con miembros del clan de Los Valle y que el intermediario para estas entregas fue el diputado liberal Eduardo Gauggel, que fue asesinado junto a su hijo en abril de 2015, en un crimen jamás esclarecido pero vinculado a sus relaciones con jefes del narco.
Sin embargo, el sitio Insigthcrime.com señala que se especulaba acerca de que el diputado Gauggel era agente político de Miguel y Alonso Valle, narcotraficantes extraditados también a los Estados Unidos, y que había recibido apoyo financiero de ellos para su campaña y para la campaña presidencial de Mauricio Villeda.
Respecto de la campaña presidencial en curso, autoridades norteamericanas identifican varios hechos que generan indicios sobre la relación que aún mantiene el Partido Liberal con grupos del narcotráfico internacional que operan en Honduras, un país que ha en los últimos cuatro años ha extraditado a 14 jefes de las mafias dedicadas al trasiego de droga.
En primer lugar, los focos se encendieron con la candidatura a diputado liberal del hermano de un jefe del narcotráfico hondureño; se trata de Carlos René Fernández Rosas, quien es hermano de Héctor Emilio Fernández, (a) “Don H”, un narco extraditado en febrero de 2015 y preso en una corte federal del estado de Nueva York bajo el cargo de conspirar para la distribución de cocaína en territorio de ese país desde 2011.
Pero la lista de sospechosos para la DEA no termina ahí. Una fuente cercana a las investigaciones, para lo cual se pidió colaboración al gobierno mexicano, dijo que entre los candidatos a diputados del Partido Liberal se encuentran Fredy Nájera (candidato por Olancho), y Midenci Oquelli, por el Departamento de Colón. Las fuentes mexicanas indican que ambos están en la lista de extraditables por narcotráfico,
A eso habría que sumarle que Edmundo Orellana, un ex fiscal señalado como cómplice del crimen organizado en los tiempos del ex presidente Manuel Zelaya; y la congresista Kritza Pérez, ex mujer de un narcotraficante panameño (Jean Pierre Pino Colucci), forman parte del cuerpo de asesores de la campaña presidencial.
El tema del narcotráfico ha estado presente en la actual campaña electoral hondureña, que culminará con las votaciones el próximo 26 de noviembre.
Incluso se ha llegado a difundir que un narco hondureño de nombre Leonel Rivera Maradiaga, declaró a fiscales norteamericanos que escuchó decir a otro capo que el actual presidente Juan Orlando Hernández recibió dinero ilícito en su campaña, pero la autoridad norteamericana descalificó el dicho por falta de pruebas.
El hijo del ex presidente Porfirio Lobo, Fabio Lobo, sí aceptó los cargos de colaborar con carteles de la droga y fue condenado a 20 años de prisión en una Corte norteamericana.
Para la DEA, con base a informes de la embajada de Estados Unidos en Honduras, filtrados por Wikileaks, el ex presidente Manuel Zelaya, que ganó en 2006 postulado por el Partido Liberal, también mantuvo una política de colaboración con la delincuencia del narcotráfico.
Un cable del embajador revela que por su relación estrecha con personas ligadas al crimen internacional, no tomaba decisiones ni se le tenía confianza de parte de Estados Unidos.