Periodistas internacionales en transición. De la máquina de escribir al lenguaje digital
Obligados por la irrupción de los contenidos digitales, los cierres de corresponsalías y cambios en la oferta de contenidos, los periodistas internacionales han transformado su forma de trabajar.
Las agencias o grandes periódicos de México y de muchos países han reducido el número de personas empleadas como corresponsales internacionales.
¿Cómo se han reinventado los periodistas y productores de contenido audiovisual en esta transición?
Es algo que exploramos en esta publicación los alumnos de la Maestría en comunicación periodística y sus nuevas tecnologías de la Universidad de la Comunicación.
La serie Periodistas internacionales en transición. De la máquina de escribir al lenguaje digital consta de tres entregas y es autoría de Tania Correa, Alfredo García, Jorge A. González, Alex Guajardo y José Emiliano Montiel, con la coordinación de Guillermo López Portillo.
El trabajo gráfico es de Alexa Chávez y la edición de video de Roberto Díaz.
Constantino Arizmendi, camarógrafo de guerra y realizador de Noticieros Televisa
Sorteando las balas en Bagdad, durante la guerra de los Estados Unidos contra el dictador Sadam Hussein, mientras graba con su cámara a los corresponsales Gabriela Resendez y Eduardo Salazar; recorriendo los caminos plagados de francotiradores en la guerra de los Balcanes; grabando los tanques en la invasión rusa en Afganistán.
Esa es la historia de Constantino Arizmendi, camarógrafo y realizador de Noticieros Televisa, corresponsal de guerra y trotamundos inagotable, que ha acompañado en coberturas a otros periodistas destacados como Karla Iberia Sánchez, Guillermo López Portillo y Alberto Tinoco Guadarrama.
Comunicar e informar no sólo es pararse frente a una cámara, tomar un micrófono y leer la noticia en cuestión; no significa nada más redactar de la mejor forma los hechos acontecidos en un lugar; mucho menos es únicamente presentar o difundir una imagen por el simple hecho de que es de interés general. No, señores… Informar es una responsabilidad mucho más compleja que exige respeto, dedicación, experiencia, tenacidad, visión. Es casi un acto de guerra que requiere de muchísima pasión y sí, también de muchos “tamaños”.
Como muchos en su ramo, estudió primero una carrera ajena a su eventual realidad, pero cuya esencia le serviría a futuro (Relaciones Internacionales). En sus venas corría un cariño especial por el séptimo arte, otra herramienta que después le serviría al forjarse en Noticieros Televisa con una cámara en una mano y sus ganas de superarse en la otra.
Resulta fascinante escuchar el testimonio como testigo de la transformación tecnológica que ha experimentado el medio audiovisual en México: de usar carretes de película que se debían revelar y trabajar con minuciosidad, hasta la maravilla de las tarjetas electrónicas y formatos de videos digitales.
Su profesión (y el mundo) han cambiado diametralmente en los últimos 30 años. Basta recordar que en los 90 el internet y sus beneficios eran apenas una idea absurda en el aire; hoy en día, existen 4 mil 700 millones de internautas en todo el planeta, es decir, el 60 por ciento de la población mundial.
Pero, al igual que pasó con el cambio de lo análogo a lo digital, también vivimos una transformación de lo horrífico a lo evidentemente inhumano en términos bélicos. Lo único que parece mantenerse es la máxima del camarógrafo, del productor, del profesional de la noticia: toda información es rica, toda imagen es importante. Claro, si sabes manejarla correctamente. Y para eso, Constantino Arizmendi ha demostrado ser un maestro.
Ahora que todo mundo tiene una cámara al alcance de su mano y que el término “periodista ciudadano” parece escucharse por todos lados, los productores audiovisuales como Constantino Arizmendi se enfrentan a un mayor (aunque ya conocido) reto: ser más profesionales, ser más veraces, ser más exigentes consigo mismos.
Es claro que la noticia no la podrás transformar nunca, pero sí podrás entregarla y difundirla de formas cada vez más rápidas. Como él mismo señala: “la tecnología avanza a pasos agigantados y nos ayudará a hacer mejor nuestro trabajo”.
Explica que, dentro de las producciones de los medios de comunicación, particularmente en televisión y ahora en internet, el lenguaje que predomina es del cine por ser el más antiguo.
“Nos tardamos 2 siglos para llegar hasta donde estamos” dice, destaca que ahora los cambios son mucho más rápidos.
Concluye reconociendo que el periodista requiere capacitación permanente de conocimientos técnicos para estar actualizado en el uso de sus herramientas e insiste en la frase “la noticia no cambia, cambia la manera de presentarla”.
La de Constantino Arizmendi es una carrera construida por el sudor y el alma del periodista, que hace todo lo posible para contar la historia que debe escuchar el resto del mundo.
Nota: la segunda entrega de esta serie se publicará el próximo miércoles 20 de octubre.