El tema central de este texto es el uso de Internet en las próximas elecciones presidenciales. En la primera parte refiero el papel que posiblemente observó Internet en las campañas presidenciales en 2006. En tan cerrados comicios, las pautas definidas por los asesores de Felipe Calderón en materia de “propaganda negra”, extendidas a Internet, pudieron haber establecido la diferencia entre los votos legales que fueron reconocidos a Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador.
Enseguida destaco que en las campañas presidenciales de Estados Unidos, en 2008, el equipo de campaña de Barack Obama decidió utilizar Internet 2.0 como medio primario de comunicación con el electorado. Ese atinado empleo propagandístico permitió que las redes sociales trascendieran su estricta virtualidad, ofreciendo efectivo apoyo, inclusive generosas aportaciones para el financiamiento de la campaña. Eso despertó profundo interés en nuestra clase política. Ese interés en la “moda de las redes sociales” ha sido capitalizado por no pocos oportunistas, quienes, inescrupulosamente pervierten el genuino sentido de la comunicación política en los nuevos medios sociales. El número de usuarios de Internet en México que pueden sufragar en las próximas elecciones presidenciales, no es nada despreciable -oscila entre 20 y poco más de 25 millones de personas-. Por supuesto los indecisos representan el blanco idóneo. Sin embargo, al despreciar la efectiva comunicación con la ciudadanía, los equipos de campaña de candidatos y precandidatos no consiguen obtener el mejor provecho posible de Internet 2.0.
En 2006, un medio complementario
Internet observó un rol protagónico en las campañas presidenciales del 2 de julio de 2006, aún cuando no fue utilizado como medio de comunicación primario en el esfuerzo persuasivo con el electorado que realizaron los equipos de campaña de los principales candidatos -Calderón y López Obrador-. Internet en realidad fue utilizado como medio complementario. Sin embargo, en tan cerrados comicios, el proselitismo realizado a través de Internet pudo haber contribuido a establecer la diferencia entre los “votos legales” que fueron reconocidos a Felipe Calderón, candidato del PAN, y a López Obrador, candidato presidencial de la Coalición “Por el Bien de Todos” que integraron el PRD, el PT y Convergencia.
En la segunda etapa de la campaña calderonista fue desplegada una intensa ofensiva de “propaganda negra” contra López Obrador, quien fue señalado como “un peligro para México”. A tal campaña inclusive se sumaron algunos organismos empresariales, los cuales contrataron tiempos en radio y televisión para desacreditar, mediante furiosos spots, al candidato de la izquierda. Para el desarrollo de la campaña de propaganda negra contra López Obrador, el equipo de campaña de Calderón contó con la asesoría de reconocidos expertos en “propaganda negra”, como Antonio Solá y Dick Morris. En años recientes, el gobierno calderonista concedió al consultor Antonio Solá la nacionalidad mexicana, vía fast track, para facilitar su trabajo con los candidatos del PAN -en Veracruz, por ejemplo-.
Las pautas definidas por los referidos expertos en campañas de propaganda negra, por supuesto fueron extendidas a Internet. En repetidas ocasiones fue hackeado el sitio web de la “Coalición Por el Bien de Todos”; además fue abrumadora la circulación de mensajes intimidatorios, a través de correo electrónico, que insistían en los graves males que depararía a México el eventual triunfo de López Obrador, destacando la suspensión indefinida de las garantías individuales, la estatización de la economía, la instauración de un régimen comunista, e incluso, la eliminación del culto guadalupano. También se insinuó que la campaña presidencial de López Obrador recibió amplio financiamiento de Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
A Calderón finalmente fueron reconocidos 15,000,284 votos (35.89% del total de votos emitidos). A López Obrador fueron reconocidos 14,756,350 votos (35.31% del total de votos emitidos). La diferencia en el número de votos “legales” fue de 243,934 sufragios (0.5 %). En tan pequeña ventaja, el empleo de Internet pudo haber establecido la diferencia.
Dos años después, en 2008, las campañas presidenciales en Estados Unidos impusieron un parteaguas definitivo en materia de comunicación política. El equipo de campaña de Obama empleó Internet como medio de comunicación primario con el electorado, consiguiendo que las redes trascendieran su estricta virtualidad. Las comunidades de simpatizantes de Obama no solo contribuyeron a “viralizar” positivamente iniciativas, propuestas y promesas de campaña; además participaron activamente en actos públicos y realizaron generosas aportaciones para el financiamiento de la campaña. Por supuesto Obama no recurrió a las agencias de publicidad y mercadotecnia políticas convencionales. Su equipo confió el desarrollo de la campaña en medios digitales, a la agencia Blue State Digital.2
Los objetivos de la campaña de Obama fueron sumamente ambiciosos: que el mayor número de electores pudiera conocer al candidato y sus propuestas de gobierno a través de los medios digitales; crear comunidades en línea dispuestas a promover y “viralizar” positivamente las iniciativas, promesas y propuestas del candidato, aportando recursos indispensables para su sostenimiento y desarrollo; utilizar las redes sociales y los principales ambientes mediáticos de Internet 2.0 como medios idóneos para establecer comunicación directa con los ciudadanos. Chris Hughes, considerado como el estratega que diseñó la comunicación política de Barack Obama en Internet 2.0 afirmó: “puedes tener la mejor tecnología del mundo, pero sin una comunidad que quiera usarla y esté emocionada por ello, entonces no tiene sentido o propósito alguno”.
El atinado empleo propagandístico de Internet 2.0, por supuesto generó profundo interés en nuestra clase política. Todos los candidatos a puestos de elección ciudadana desean replicar el rotundo éxito de Obama, y no pocos suponen que basta improvisar determinadas acciones propagandísticas en redes sociales, aprovechando los vacíos que en la materia presenta el Cofipe, sin reparar, por supuesto, en la importancia de la llamada ingeniería política de las emociones. El interés de nuestra clase política por la “moda de las redes sociales” ha sido capitalizado por no pocos oportunistas que afirman ser expertos en el marketing político digital. Sin embargo, incapaces de construir bases de datos efectivamente confiables,3 han optado por implementar prácticas sumamente cuestionables -recurrir a bots, por ejemplo-, para incrementar con notable celeridad el número de seguidores en redes de sus clientes-.
En las recientes elecciones en el Estado de México, fueron incorporados un considerable número de “ciberacarreados” al perfil en Facebook de Eruviel Ávila, el candidato del PRI. También en el perfil en Facebook de Enrique Peña Nieto advertimos la presencia de miles de “ciberacarreados”. Otra práctica recurrente son las jaurías de trolls que están al servicio del mejor postor, las cuales de forma sincronizada arremeten con insultos y descalificaciones a todo aquella persona que cuestiona al partido o el candidato para los cuales fueron contratados. En alguna ocasión me enredé en un debate con pseudosimpatizantes de Josefina Vázquez Mota, quienes ni siquiera sabían de la existencia de los principios de doctrina en el PAN. El trolling dirigido es otro de los “imaginativos” servicios propuestos por “expertos” en marketing político digital.
El número de usuarios de Internet en México que puede sufragar en las próximos comicios presidenciales no es despreciable, y los indecisos representan el blanco idóneo. Recordemos que en 2006, fueron reconocidos 15,000,284 votos legales a Calderón. De acuerdo con los resultados que arrojó el Estudio 2011 de hábitos y percepciones de los mexicanos sobre Internet y diversas tecnologías asociadas,4 investigación que anualmente realiza el Proyecto Internet del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, a comienzos de 2011 fueron estimados 40,041,000 usuarios de Internet en México. Según lo asentado en el estudio Hábitos de los usuarios de Internet en México, de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), el total de usuarios de Internet en México asciende a 34,9 millones.5
De acuerdo con los resultados que arrojó el referido estudio, el total de usuarios de Internet en México mayores de 17 años asciende a 20,987,000 (63% del total de usuarios en México que reportó el estudio de la AMIPCI). En el Estudio 2011 de hábitos y percepciones de los mexicanos sobre Internet y diversas tecnologías asociadas, estimamos 24,104,500 usuarios de Internet mayores de 19 años (60% del total de usuarios de Internet en México, según nuestro estudio). Ese es el segmento poblacional, con los usuarios de Internet de 18 años de edad, por supuesto, que particularmente interesa a los candidatos a puestos de elección ciudadana.
En cuanto al género de los usuarios de Internet en México, según el Estudio 2011 de hábitos y percepciones de los mexicanos sobre Internet y diversas tecnologías asociadas, 20,706,300 son hombres (52%), y 19,301,800 son mujeres (48%). Sobre la confiabilidad de la información que circula en Internet, 23% de los no usarios de Internet6 afirmaron que confían en casi toda la información que circula en Internet. Sin embargo, 26% de los no usuarios afirmaron que la información que circula en la red no es de fiar; y 38% de los usuarios de Internet afirmaron confíar en casi toda la información que circula en Internet, y solo 1% afirmó que la información que circula en la red no es de fiar.
Además debemos tener presente que un amplio porcentaje de los usuarios de Internet encuestados, perciben a Internet como una efectivo medio de empoderamiento ciudadano. Por ejemplo, 51% afirmó que usando Internet la gente puede decirle al gobierno lo que debe hacer; 45% considera factible que por medio de Internet las autoridades comprendan lo que sla gente piensa; 26 % considera que gracias a Internet la gente tiene más poder político; y 34% estimaron que Internet ha permitido a la gente comprender mejor la pol tica. Las principales actividades en línea de los usuarios de Internet en México son: revisar el correo electrónico (97%), mandar documentos por e-mail (83%), usar el Messenger (82%), accesar a redes sociales (70%), chatear en foros (40%), trabajar en sus blogs (36%).
Según los resultados del Estudio de consumo de medios digitales entre internautas mexicanos, 2011, realizado por la reconocida firma Millward Brown para la Interactive Advertising Bureau, Capítulo México (IAB México) -investigación que fue financiada por Televisa Interactive Media-, las redes socialesvii son una de las principales fuentes de información de los usuarios de Internet en México (58%) -la primera opción son los motores de búsqueda (84%)-.
De acuerdo con los resultados del citado estudio de la IAB México, 87% de los usuarios de Internet en México están registrados en alguna red social.8 De total de usuarios registrados en alguna red social, 95% afirmó estar registrados en Facebook y 45% en Twitter. En México Facebook y Twitter son las redes sociales más populares, como podremos apreciar en la siguiente tabla:
Sobre la penetración de Twitter en México, la información disponible es escasa y poco confiable.9 Según los resultados del e s tudio “Twitter en México”, marzo 2011, hecho por la firma Mente Digital, el total de cuentas de Twitter en México asciende a 4,103,200. Según el citado estudio, el total de cuentas activas en México asciende a 2,480,000. En años recientes los usuarios de Internet en México han adquirido un mayor número de dispositivos que les permiten desplazarse y conectarse a Internet por más tiempo y desde cualquier lugar. Particularmente se ha incrementado la posesión de teléfonos inteligentes, y en los próximos años seguramente aumentarán las tabletas.
Tabla 2. Dispositivos que poseen los usuarios de Internet en México
Según los resultados que arrojó el referido estudio de la IAB México, los principales dispositivos para conectarse a Internet son Laptops (62 % computadoras de escritorio (54% teléfono celular (34% teléfonos inteligentes (23%), consolas (20% MP3 (16%) tabletas (6%), Palms/PDAs (2%). En promedio, la conexión diaria a Internet asciende a 4 horas 11 minutos. Sin embargo, los denominados “heavy users” (33% del total de usuarios de Internet encuestados), exceden las 5 horas diarias de conexión a Internet en promedio, destacando, por supuesto, aquellas personas cuyan actividades exigen permanecer siempre conectados a Internet.
Los usuarios de Internet encuestados, afirmaron realizar en 2011 un mayor número de actividades a través de redes sociales, con respecto de las actividades realizadas en 2010. Siete de cada diez usuarios ven fotos de sus contactos y les envían mensajes; cinco de cada diez revisan información de sus contactos; 4 de cada 10 personas suben fotos y buscan personas en redes sociales. Facebook (87%), You Tube (42%), Twitter (19%) y Hi 5 (19%), son las redes predilectas de los usuarios de Internet en México para subir fotos y videos. Además, los usuarios de Internet encuestados, perciben a Internet como el medio de información que los mantiene actualizados, el más accesible y al que dedican mayor tiempo de exposición, como podremos apreciar en el siguiente gráfico:
En sus conclusiones la IAB México afirma que los usuarios de Internet perciben a Internet como el medio que tiene el mayor vínculo emocional, de relación y de información, superando a todos los medios, incluida la televisión. Las redes sociales efectivamente son un poderoso instrumento para promover la participación ciudadana.
Sin embargo, en México los partidos políticos y la mayoría de los candidatos a puestos de elección popular, comprenden a las redes sociales y, en general, a los nuevos medios emergentes, desde una perspectiva eminentemente instrumentalista. El desprecio por la participación ciudadana en la Twittósfera resulta muy evidente. Las asimetrías que podemos advertir en el número de ciudadanos que siguen a través de Twitter a los principales precandidatos presidenciales, y el selecto y reducido número de personalidades que ellos siguen, resultan sumamente reveladores.
Están son las principales estadísticas en Twitter, de la participación de candidatos y precandidatos presidenciales, al miércoles 21 de diciembre: Tabla 3
Sorprende advertir que con excepción de Santiago Creel Miranda, ninguno de los candidatos y precandidatos presidenciales se toma la molestia de seguir siquiera al 1% de sus seguidores. Los tuits de Enrique Peña Nieto, quien en su perfil pregona “ser parte de la generación que quiere contribuir a la grandeza de México”, incluyen frases plásticas de campaña, como: “Sí, vamos por el triunfo en las urnas, pero también vamos a levantarle el ánimo a todo el país”. En el perfil de Ernesto Cordero en Twitter, se incluye la siguiente información: “la cuenta es administrada por el equipo digital.
Los tweers de Ernesto Cordero están firmados EC…” Uno de los resultados más interesantes que arrojó el estudio El lenguaje del amor en las redes sociales -Firefly-, realizado por la firma Millward Brown, fue descubrir que la relación entre la marca y un usuario de redes sociales, funciona cuando la interacción es de ambos lados: Sí, la marca me habla, pero también debe escucharme. La mercadotecnia política se ha empeñado en convertir a los candidatos y precandidatos presidenciales en marcas. Marcas que no despiertan emociones. Marcas que sistemáticamente desprecian la comunicación con la ciudadanía.
Si los candidatos y precandidatos se apartaran de la mercadotecnia electorera para efectivamente apostar por la comunicación política, definitivamente obtendrían mejor provecho de Internet.
Fuentes de información
Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI). Hábitos de los usuarios de Internet en México 2011. Disponible en http://www.amipci.org.mx Fecha de consulta: 19 de diciembre de 2011.
Boyd, D y Ellison, N: “Social Network Sites: Definition, History, and Scholarship”. Disponible en http://jcmc.indiana.edu/vol13/issue1/boyd.ellison.html Fecha de consulta: 19 de diciembre de 2011.
González, J.L. “La base electoral de Obama, redes sociales virtuales y reales. Los casos de Generation Engage y Moms for Obama”. Disponible en http://revistasorevistasocialesyjuridicas.umh.es/Revista/NUMERO_6_files/01-Gonzalez.pdf Fecha de consulta: 19 de diciembre de 2011.
Mente Digital. Twitter en México, marzo 2011. Disponible en http://mentedigital.com/site/?p=14 Fecha de consulta: 21 de diciembre de 2011.
World Internet Project. Estudio 2011 de hábitos y percepciones de los mexicanos sobre Internet y diversas tecnologías asociadas Disponible enhttp://www.wip. mx Fecha de consulta: 19 de diciembre de 2011.
Autor
Director del Centro de Altos Estudios en Internet y Sociedad de la Información, Universidad de Los Hemisferios, Quito, Ecuador. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 2.
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