Cuentos
Carrete 35mm dañado
¿En donde se me habrá extraviado la vieja manía de andar al revés? A veces creo que se me quedó en algún parque de Buenos
Santino Cortés
25 febrero, 2021
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¿En donde se me habrá extraviado la vieja manía de andar al revés? A veces creo que se me quedó en algún parque de Buenos
Recorro una y otra vez los caminos que me han conducido a ti, a este sitio lejano al asfalto, los edificios y toda la poesía
Hay un nido en el techo del carro, frágil con su apuesta de retoño reposa esperando el nacimiento de Venus. ¡Que mala suerte la de
El cielo aquí es azul pastel, la intensidad de su velo suele consumir el rastro del invierno cruel y deja entre sus nubes permiso para
Tanto tiempo flotando por encima de los rascacielos han traído consigo los restos llameantes del retoño jamás nacido, me bajo del aeroplano y no están
En ocasiones miradas se visten de lutos propietarios de silencios que trascienden el regreso. Por eso fotografío el recuerdo, a ver si ahí permanece el
Se rio para sus adentros mientras se rascaba la espalda. No alcanzaba bien el lugar de la comezón, por lo que se empujó con los
Si me pongo a enumerar los interminables multifamiliares de esta ciudad caída, podría hablar de los imposibles soñados. Concreto ausente de melodía, invade con luces
Entre temblores el anciano da un paso, dando sus restantes fuerzas para seguir andando, día tras día, paso tras paso. Los días gloriosos han partido,
Cada que me duele la choya recuerdo la madriza más fuerte que me di con Julio. Todo empezó cuando caminábamos Cuauhtémoc y yo por uno
Nada sucede a mi alrededor, las estatuas me observan, los cuadros me vigilan y la noche es profunda. En este instante se detiene lo que
Dichosa la flor en la que los ojos del perro ciego reposan, el perro que siente el color posarse en su breve nariz. Fiel
Hace ya un tiempo que lo vengo buscando; sé que acecha por detrás de rostros familiares y esculturas de ébano, pero cuando creo haberlo desenmascarado,
Allá en junio, estaba a punto de encontrarla, la sentía, le hablaba; y desperté. Después, en julio, encontraba aquellos lentes oscuros que desaparecieron en
La más tierna infancia es madre de la ingenuidad. Mi tío Javier fue uno de los primeros en hacérmelo notar. Aún recuerdo cuando platicaba con
El cielo es grisáceo de lluvia pertinaz en noviembre de 1973. Como todas las mañanas muy temprano Benjamín baja corriendo las escaleras del edificio para
Esta dicha de brisa invernal se asienta debajo de mis uñas, el cuerpo tiembla y el calor de los meses prometidos solo existe en el
La noche y el aire de Tzintzuntzan tuvieron la culpa. También los murmullos de los rezos, el olor del copal y el brillo de tantas
Mateo habitaba mi recuerdo. Alto, desgarbado. Dueño de una personalidad indomable. No se guiaba por estaciones del año ni husos horarios. Absorto, vestía mi cuerpo
Vivo en la Ciudad de México desde hace muchos años. Soy feliz allá, pero a pesar de ello, dos veces al año me entra una
