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Los comisarios de la 4T están preparando el asalto al INE. Su argumento es que la institución encargada de organizar las elecciones nunca fue neutral.

El senador Martí Batres fue más allá al descalificar, “por neoliberales”, a algunos de los integrantes de la autoridad administrativa.

Según Batres, desde jóvenes “se conectaron con la tecnocracia para ascender” y “no participaron en la lucha por la democracia. No vienen de la sociedad civil. Llegaron al INE por la derecha”.

Los actuales consejeros, conviene recordarlo, fueron designados por la Cámara de Diputados y con el acuerdo de sus bancadas, como por cierto, lo serán los cuatro integrantes que ahora restan para completar los 11 asientos del Consejo General.

¿No participaron en la construcción democrática? Por supuesto que sí, pero no en organizaciones clientelares que ahora están aliadas con la derecha, la del Partido Encuentro Social, por ejemplo.

La sociedad civil es amplia y no se le puede catalogar sólo de izquierda. Hay muchas organizaciones conservadoras que hacen un buen trabajo y algunas autonombradas progresistas que lo realizan pésimo.

La argumentación de que sólo “quienes estuvieron en la lucha” merecen posiciones y reconocimiento es bastante sectaria. Me recuerda las discusiones en el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) cuando los ultras insistían en una especie de certificado huelguístico para poder participar en la toma de decisiones sobre el futuro de la UNAM.

Gobierno de México

Por fortuna, los que no éramos radicales, pero habíamos participado en el movimiento estudiantil y en la huelga, siempre nos opusimos a semejantes barbaridades.

Desde hace tres décadas aquello era una mala idea, que no generaba el ambiente indispensable de construcción, pero ahora lo es peor, porque el país se deshizo del autoritarismo priista, aunque ahora traten de restaurarlo, con una visión de pluralidad y respeto a las diferencias.

Los ataques al INE provienen de quienes no son demócratas y que lo vieron como un mal necesario para llegar al poder, pero ahora lo consideran un estorbo, como un dique, a sus afanes de perpetuidad en el ejercicio del poder.

Si en realidad creyeran el cuento de que nunca perderán una elección, deberían ser los primeros en respetar a las autoridades electorales, el INE y el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación.

Por lo pronto, la Cámara de Diputados anunció que el proceso de selección de consejeros se reanudará y para el 22 de julio se realizarán las designaciones.

Ojalá que no se impongan los comisarios sino la cordura, que se recuerde que construir la democracia fue un largo proceso y que ésta no llegó en 2018.

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