Después del bombardeo a un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF), este viernes, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) solicitó a Rusia y Estado Unidos aplicar una tregua en Siria para evitar terminar con más vidas de civiles.
El portavoz de la ONU, Staffan de Mistura, declaró que Alepo, localidad donde se ubicaba el hospital, ha afectado las negociaciones de paz en Ginebra para poner fin a la guerra que desde hace cinco años afecta a Siria.
Jan Egeland, presidente del grupo de ayuda humanitaria de la ONU para Siria, aseguró que el “deterioro catastrófico en Alepo en las últimas 24-48 horas ha puesto en peligro la entrega de ayuda a millones de sirios”.
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, denunció "el monstruoso desprecio por las vidas de los civiles de todas las partes del conflicto" en Siria, pues la violencia aumentó a niveles inimaginables.
En tanto que, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, aseguró que sus investigaciones apuntan a que el atentado en contra del hospital de MSF, donde alrededor de 27 personas perdieron la vida, es responsabilidad del presidente sirio Bashar al-Assad.
"Estamos indignados por los ataques de ayer en Alepo en el hospital de Al Quds apoyado tanto por Médicos sin Fronteras como por el Comité Internacional de la Cruz Roja. Aunque estamos tratando aún de recabar datos sobre las circunstancias del ataque, parece haber sido un bombardeo deliberado sobre una conocida instalación médica y está en la línea del atroz historial del régimen de Al Asad de atacar ese tipo de lugares y de equipos de emergencia", declaró Kerry a través de un comunicado.
Asimismo el secretario de Estado pidió a Rusia asumir su “urgente responsabilidad” para presionar a sus aliados y dejen de violar la tregua de paz que supuestamente rige desde febrero pasado.
(Con información de EFE, AP, DPA y AFP)
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