
Se trata de la segunda versión de #BahamasLeaks: 1) el tema lleva su hashtag y tiene sus propias cuentas en las redes sociales, además de las que cada medio difusor posee; 2) cada medio toma el asunto poco a poco, para ir cubriendo a las audiencias paulatinamente y generar expectativas: primero Aristegui Noticias, luego Proceso y enseguida Reforma, ya luego le siguen los otros que siempre les hacen segunda; 3) la intención es desacreditar a tres actores públicos en particular: Gastón Azcárraga, Olegario Vázquez Raña (además de su hijo y esposa) y Ricardo Pierdant. Ustedes recuerdan que hace unos días Excélsior –propiedad del señor Vázquez Raña– reveló irregularidades en “La Chingada”, propiedad de Andrés Manuel López Obrador y también tienen presente que el señor Pierdant y su hermana Aurora fueron mencionados por The Guardian, erróneamente, por probables irregularidades de conflicto de interés con el gobierno federal, incluso por ello el periódico inglés ofreció disculpas, aunque esto no ha implicado que la señora Pierdant busque la restitución del daño, lo que implica mucho dinero -la prensa que ahora participa de este nado sincronizado le dio gran amplitud a esa nota falsa de The Guardian-; 4) Como dije, el intento es dañar sobre todo la reputación de las personas mencionadas, porque en todo el material que ahora mismo se difunde no significa que incurrieran en alguna transgresión legal o cualquier otra violación normativa. Pero el golpe político ya está dado, veremos de qué magnitud será (no tarda en extenderse en todas las redes sociales porque para eso también hay operadores profesionales).