De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los gobiernos de los países emergentes deben hacer mayores esfuerzos para que la inversión en servicios de internet se complemente con el acceso universal a la electricidad, de otra forma la brecha digital se incrementará, como ya ha empezado a suceder como consecuencia de la pandemia de Covid-19.
En un informe dado a conocer por el organismo internacional, advirtió que conforme la demanda de internet se ha vuelto fundamental para trabajar y estudiar desde los domicilios, para la telemedicina y el acceso a los servicios financieros y ayudas sociales, se ha evidenciado que la tecnología sigue siendo un lujo para las personas de menores ingresos y que habitan en lugares remotos.
Ante tal circunstancia, el FMI propuso otorgar subsidios para que todos los hogares, incluidos los grupos desfavorecidos y los que viven en zonas rurales, tengan acceso a la electricidad y a los servicios internet de calidad, y de esta manera, garantizar que no haya una profundización de la brecha digital.
Detalló que mientras las economías avanzadas como Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido y Canadá tienen las tasas de acceso más altas de casi toda la población, los países emergentes presentan grandes disparidades en la proporción de usuarios de internet entre sus poblaciones. En naciones como Brasil y México oscilan entre 60 y 80 usuarios por cada 100 habitantes.
“La mitad de la población mundial no tiene acceso a Internet, ya sea a través de un dispositivo móvil o de banda ancha de línea fija”, señala el FMI en su informe, donde destaca la respuesta que han tenido algunos países como El Salvador, Malasia y Nepal, con descuentos o exenciones a las tarifas de Internet durante la emergencia por Covid-19.
El documento agrega que el disparejo acceso a internet agudiza incluso la disparidad entre hombres y mujeres en su participación en la fuerza laboral, salarios y acceso a servicios financieros. Afirma que muchos países en desarrollo más hombres que mujeres poseen un teléfono móvil.
El FMI explicó que la pandemia de Covid-19 ha evidenciado que tener internet confiable permite a las empresas continuar sus operaciones en medio de las restricciones y eso hace funcionar a las economías, en tanto que la falta de acceso universal y asequible a la red puede aumentar la desigualdad de ingresos dentro y entre países.
Sostuvo que al garantizarse la conectividad, se cerraría la brecha entre empresas, porque se abre la posibilidad de dar acceso a préstamos a los pequeños negocios para sus inversiones productivas en tecnología de la información y comunicaciones, e incluso, los propios gobiernos podrían tener ahorros fiscales con esta digitalización.
“Pueden reducir el costo público del cumplimiento tributario a través de un mayor acceso a los datos de los contribuyentes y una mejora en la eficiencia del gasto, lo que a su vez puede ayudar a financiar estas políticas”, destaca el reporte.
(Con información de Milenio)
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