El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este viernes la acusación formal de 13 ciudadanos rusos y tres entidades de dicha nación eurasiática, por interferir en las elecciones presidenciales de 2016 con actividades criminales que en algunos casos habrían comenzado desde 2014.
Un gran jurado federal del Distrito de Columbia presentó la acusación formal contra 13 ciudadanos y tres entidades rusas acusadas de violar leyes federales al interferir en las elecciones de Estados Unidos y los procesos políticos, señaló la Oficina del Fiscal Especial Robert Mueller, encargado de investigar el llamado ‘Rusiagate’.
La oficina de Mueller reportó que entre las entidades rusas se incluye la notoria “granja de troles” respaldada por el Estado, llamada Agencia de Investigación de Internet, que ya había sido acusada formalmente por un gran jurado federal en Washington DC.
La acusación de 37 páginas alega que las operaciones de los rusos “incluían apoyar la campaña presidencial del entonces candidato Donald J. Trump (…) y menoscabar (‘disparaging’ la de) Hillary Clinton”, su oponente demócrata.
Mueller alegó que los agentes rusos “se comunicaron con individuos involuntariamente asociados con la campaña de Trump”, pero la acusación no aborda la cuestión de si alguien más en el equipo de Trump habría participado en la colusión a sabiendas.
Rod Rosenstein, asistente del fiscal general, dijo en rueda de prensa en Washington: “No hay ninguna acusación (de) que cualquier estadounidense tenga algún conocimiento”, además de que los cargos no significan necesariamente que la actividad rusa tuviera un efecto en el resultado de la elección.
Los rusos supuestamente se hicieron pasar por estadounidenses para operar falsas cuentas de redes sociales, comprar publicidad y organizar mítines políticos; robaron identidades de personas reales en Estados Unidos para publicar en línea y construir sistemas informáticos en EU para ocultar el origen ruso de su actividad online, según los fiscales.
“Esta acusación sirve como un recordatorio de que las personas no siempre son lo que parecen (al) estar en Internet”, dijo Rosenstein; indicó que los rusos habían “trabajado para promover la discordia en Estados Unidos y socavar la confianza pública en la democracia”, por lo que agregó: “no debemos permitir que tengan éxito”.
Los cargos indican que desde 2014, los acusados conspiraron juntos para defraudar a Estados Unidos al “perjudicar, obstruir y derrotar las funciones legales del gobierno”, a través de la interferencia en los procesos políticos y electorales estadounidenses.
Uno de los acusados, Yevgeniy Prigozhin, usó presuntamente compañías que controlaba, incluidas Concord Management and Consulting y Concord Catering, para financiar las operaciones contra EU; la operación en una etapa tenía un presupuesto mensual de 1.25 millones de dólares, según Mueller, con lo que se pagaron salarios y bonos de los operativos.
Los eventos fueron organizados por rusos que se hicieron pasar bien por seguidores de Trump o grupos opuestos, como ‘Black Lives Matter’, de acuerdo con los fiscales. Una operación de publicidad de este esfuerzo, poco antes de las elecciones, promovió a la candidata del Partido Verde Jill Stein, a quien algunos partidarios de Clinton culpan por dividir el voto anti-Trump.
En agosto de 2016, agentes rusos se comunicaron con el personal de campaña de Trump en Florida, a través de sus direcciones de correo electrónico “@donaldtrump.com” para coordinar una serie de mitines a favor de Trump en el estado, según Mueller y luego compraron anuncios en redes sociales para promover el evento.
En una manifestación en West Palm Beach, incluso un operativo ruso pagó a estadounidenses para construir una jaula en un camión de plataforma y tener una actriz haciéndose pasar por Hillary Clinton, en uniforme de prisión.
Otra acusada, Irina Kaverzina, habría admitido su participación en la operación, y un posterior encubrimiento en un correo electrónico dirigido a un familiar en septiembre del año pasado, después de que la pesquisa de Mueller había comenzado.
“Tuvimos una pequeña crisis aquí en el trabajo: el FBI reprimió nuestra actividad”, supuestamente, escribió Kaverzina “así que me preocupé por cubrir las pistas junto con los colegas”.
Los rusos también están acusados de trabajar para suprimir la participación entre los votantes de minorías étnicas; presuntamente crearon una cuenta de Instagram que se hacía pasar por “Woke Blacks” y criticaron la noción de que los afroamericanos deberían elegir a Clinton, como “el menor de los dos demonios” contra Trump.
A principios de noviembre de 2016, según la acusación, los operativos rusos utilizaron falsas cuentas de redes sociales de “United Muslims of America” para afirmar, que “los musulmanes estadounidenses [están] boicoteando las elecciones de hoy”.
Tras la victoria de Trump, la operación rusa promovió acusaciones de fraude electoral por parte del Partido Demócrata, según el equipo de Mueller. Alrededor de ese momento, Trump afirmó en repetidas ocasiones, sin pruebas, que habría ganado el voto popular si no hubiera sido por un fraude electoral a gran escala.
Los acusados son Mikhail Ivanovich Bystrov, Mikhail Leonidovich Burchik, Aleksandra Yuryevna Krylova, Anna Vladislavovna Bogacheva, Sergey Pavlovich Polozov, Maria Anatolyevna Bovda, Robert Sergeyevich Bovda, Dzheykhun Nasimi Ogly, Vadim Vladimirovich Podkopaev, Gleb Igorevitch Vasilchenko, Irina Viktorovna Kaverzina, Yevgeny Viktorovich Prigozhin y Vladimir Venkov.
Todos recibieron cargos de conspiración para defraudar a Estados Unidos; tres de ellos fueron acusados de conspiración para cometer fraude electrónico y fraude bancario, y cinco de robo de identidad agravado.
Por separado, la oficina de Mueller anunció que Richard Pinedo, de Santa Paula, California, se había declarado culpable de fraude de identidad; Pinedo, de 28 años, admitió tener un sitio web que ofrecía identidades robadas para ayudar a los clientes a sortear medidas de seguridad de los principales sitios de pago en línea. No se aclaró si su servicio había sido utilizado por los agentes rusos.
Rosenstein dijo que no se había hecho contacto con las autoridades rusas respecto a los cargos hasta el momento, pero que funcionarios de EU tenían la intención de solicitar la extradición de los acusados. Las agencias de inteligencia estadounidenses llegaron a la conclusión de que los rusos atacaron el sistema electoral de los EU con el objetivo de elegir a Donald Trump para la presidencia.
Mueller lleva a cabo una investigación criminal sobre la interferencia de los rusos y la posible colusión de la campaña de Trump: Dos asesores de campaña de Trump se han declarado culpables de mentir al FBI. Otros dos han sido acusados de crímenes federales.
Los investigadores de EU han manifestado su creencia de que Prigozhin, un empresario multimillonario de 56 años, está detrás de las fábricas de internet trol de Rusia. Apodado el “chef del Kremlin”, Prigozhin una vez dirigió el restorárn favorito de Putin en San Petersburgo, luego de lo cual recibió contratos multimillonarios de cáterin gubernamental.
Ofreció servicio de cáterin en la inauguración presidencial de Dmitry Medvedev en 2008, y también tiene contratos lucrativos para alimentar al ejército de Rusia y a escolares de Moscú. Prigozhin, que también ha estado vinculado al Grupo Wagner, un misterioso contratista militar privado vinculado al Kremlin que se cree que opera en Siria, fue incluido en una lista de sanciones de Estados Unidos en julio.
En declaraciones a la agencia de noticias del estado RIA Novosti, Prigozhin dijo este viernes que “los estadounidenses son personas realmente impresionables; ven lo que quieren ver. Tengo un gran respeto por ellos, si quieren ver al diablo que lo vean”.
La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, calificó las acusaciones de “absurdas”. “¿13 personas llevaron a cabo interferencias en las elecciones de Estados Unidos? ¿13 personas en contra de los servicios de inteligencia con un presupuesto de miles de millones?”, escribió en su cuenta Facebook.
El portavoz de Vladimir Putin, Dmitry Peskov, dijo por su parte a los medios rusos, que aún no había tenido oportunidad de estudiar las acusaciones.
(Con información de The Guardian)
aml