El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, pidió este viernes la renuncia de 46 fiscales nombrados por el expresidente, Barack Obama, con el fin de asegurar una transferencia de poderes “uniforme”.
“El fiscal general pidió a los 46 fiscales de Estados Unidos, cuyo nombramiento depende del presidente, que presenten sus dimisiones para asegurar una transición uniforme”, indicó en un breve comunicado la portavoz del Departamento de Justicia, Sarah Isgur Flores.
De acuerdo con EFE, el país se divide territorialmente, en materia judicial, en 94 distritos, que cuentan con un fiscal nombrado por el presidente por recomendación de un senador.
Y como suele ocurrir con la mayoría de los cargos públicos, es tradición que los fiscales pongan su puesto a disposición del nuevo mandatario, pero muchos de los fiscales nombrados por Obama abandonaron su cargo tras la toma de posesión de Donald Trump el pasado 20 de enero, aunque 46 fiscales se mantuvieron en activo hasta ahora.
Entonces, hasta que los nuevos fiscales sean confirmados, los fiscales de carrera ocuparán su lugar y se dedicarán a investigar y procesar a los criminales acusados de crímenes violentos, detalló Flores en su comunicado, informó EFE.
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