Los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad de Venezuelahan detenido y torturado a decenas de militares acusados de conspirar contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Incluso familiares de militares presuntamente implicados en operaciones opositoras han sido arrestados y torturados para averiguar el paradero de “los traidores”, según denuncian Human Rights Watch (HRW) y la ONG venezolana Foro Penal.
Entre los casos documentados por HRW destacan los de detenidos que sufrieron abusos aberrantes que constituyen tortura para obligarlos a aportar información sobre supuestas conspiraciones. La mayoría de los arrestos fueron efectuados por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) por delitos de “traición” e “instigación a la rebelión”.
“El Gobierno venezolano ha arremetido brutalmente contra militares acusados de conspiración. Los agentes de inteligencia no solo están deteniendo y torturando a militares, sino que en algunos casos también van tras sus familiares u otros civiles cuando no pueden encontrar a quienes buscan”, asegura José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, que difunde su informe un día antes de que Maduro jure de nuevo como presidente, lo que le mantendrá en el cargo hasta 2025.
Las víctimas —al menos 32, según estas organizaciones— incluyen militares de diferentes rangos acusados de conspirar contra el Gobierno y civiles que supuestamente colaboraron con Óscar Pérez, un policía acusado de “ataque terrorista” por lanzar varias granadas desde un helicóptero contra el Tribunal Supremo en medio de la ola de protestas antigubernamentales que dejó más de 100 muertos en julio de 2017. Pérez fue abatido —ejecutado extrajudicialmente, según la oposición— en enero de 2018 durante una operación policial contra su grupo.
Desde que Maduro llegó al poder en 2013, el presidente ha denunciado más de 20 intentos de asesinato —solo en su primer año de gobierno, habló 11 veces de magnicidio—. Según los expertos, de darse un golpe militar estará liderado por esa parte del chavismo dentro de las Fuerzas Armadas que ve en el actual líder una amenaza para la revolución. Las especulaciones sobre un golpe de Estado, así como las detenciones de mandos militares, son habituales desde hace años, aunque la primera vez que Maduro habló de asonada fue apenas un día después de ganar la presidencia, el 14 de abril de 2013.
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