El derecho constitucional al aborto fue revocado por la Corte Suprema de Estados Unidos este viernes, lo que puede provocar que en la mitad de los estados de ese país la interrupción del embarazo sea considerado ilegal. El presidente Joe Biden afirmó que esa decisión pone en peligro la salud y la vida de las mujeres.
En la sesión realizada este día, la Corte Suprema mostró la alineación ideológica que hay en ella: así, la mayoría conservadora se impuso para anular el caso Roe vs. Wade, de 1973, por el que se otorgó el derecho constitucional al aborto.
Especialistas pronostican que unos 26 estados de la Unión Americana procederán a la prohibición del aborto, en 13 de los cuales hay leyes que lo hacen en automático.
Los tres jueces demócratas, Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan fueron muy críticos con la decisión de la mayoría de sus colegas al afirmar que “un resultado de la decisión de hoy es seguro: la reducción de los derechos de las mujeres y de su condición de ciudadanas libres e iguales”.
“Con tristeza por este tribunal, pero más por los muchos millones de mujeres estadounidenses que hoy han perdido una protección constitucional fundamental, disentimos”, expresaron.
Al conocerse la decisión, en los alrededores de la sede de la Corte Suprema se reunieron cientos de manifestantes, unos para expresar su apoyo al derecho al aborto y otros para apoyar la decisión del tribunal.
Posteriormente, en un mensaje a la nación, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, manifestó que este es un “día doloroso para la Corte y para el país”, y añadió que ese tribunal “ha hecho algo que nunca había hecho antes: ha quitado expresamente un derecho constitucional que están fundamental para tantos estadounidenses”.
El mandatario norteamericano advirtió categóricamente: “Que quede muy claro: la salud y la vida de mujeres en toda esta nación están en peligro”. Por ello, anunció que su gobierno defenderá el derecho de las mujeres para viajar a otro estado donde la práctica sea legal para practicarse un aborto. Además, afirmó que ya ordenó al Departamento de Salud y Servicios Humanos para que los medicamentos abortivos estén disponibles para los ciudadanos.
Dos expresidentes se manifestaron sobre el asunto: para Donald Trump la decisión de la Corte Suprema obedece a la “voluntad de Dios”, mientras que Barack Obama la consideró un ataque “a los derechos fundamentales de millones de estadounidenses”.
Para el líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se trató de “un fallo histórico que salvará innumerables vidas inocentes”, mientras que la demócrata Nancy Pelosi, presidenta de ese órgano legislativo, consideró que con la decisión “los republicanos radicales están avanzando con su cruzada para criminalizar la libertad de salud”.