La Corte Penal Internacional (CPI) aseguró la noche del pasado lunes que tienen indicios para sospechar que el ejército de Estados Unidos desplegado en Afganistán desde hace más de una década podría haber cometido crímenes de guerra en dicho territorio durante el conflicto afgano.
Tras un estudio preliminar, los fiscales de este organismo afirmaron que fuerzas estadounidenses incurrieron en tortura y otros tipos de maltrato en campos secretos de detención para hacer hablar a sus reclusos.
"Existe una base razonable que permite creer que, durante el interrogatorio de estos detenidos, miembros de las fuerzas armadas estadounidenses recurrieron a métodos constitutivos de crímenes de guerra", afirmó la fiscal Fatou Bensouda en un informe sobre sus exámenes preliminares en la etapa previa al inicio de una investigación.
Asimismo, la CPI cree que estos centros de detención estaban administrados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), y que los crímenes de guerra tuvieron lugar "principalmente durante el periodo 2003-2004" y "en algunos casos continuaron hasta 2014", por lo que la acusación se extiende, también, a esta dependencia del gobierno americano.
El informe señala, además, que "miembros de las fuerzas armadas de EU, al parecer, torturaron, al menos, a 61 detenidos" y que “oficiales de la CIA, aparentemente, habrían sometido a otras 27 personas”.
Por ahora, los fiscales tiene que decidir "de forma inminente" si pedirán o no a los jueces la autorización para abrir una investigación a fondo sobre estos supuestos crímenes.
(Con información de El Mundo)
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