Será hasta 2025 cuando la economía mexicana recupere el nivel que tenía hasta antes de la crisis de la pandemia de Covid-19, consideró Alicia Bárcena, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Según las estimaciones de ese organismo, la recuperación de México será hasta 2025, si se considera que su proyección para la caída económica para este año es de -9 por ciento y que para el año próximo se espera un crecimiento de 3.2 por ciento.
La secretaria de la Cepal afirmó sobre México lo siguiente: “Estamos evaluando; lo vamos a estimar con mayor precisión en los meses siguientes. Esto está atado a que haya una recuperación gradual, pero la verdad es que una recuperación total solo se alcanzaría hasta el 2025”.
Bárcena consideró que, en medio de una crisis profunda y de una lenta recuperación, los países deben llevar a cabo una política fiscal expansiva, en la que no haya espacio para la austeridad.
Además, agregó, se requiere del fortalecimiento de los ingresos y acceso a financiamiento en condiciones adecuadas y la cooperación internacional, por lo que “no es posible la austeridad”.
A lo anterior se debe añadir que en México también se deben implementar estabilizadores económicos, como son el seguro de desempleo y la canasta básica universal, lo que le permitirá limitar el impacto de la crisis generada por la Covid-19.
La secretaria de la Cepal también aclaró, en la presentación del informe Estudio económico de América Latina y el Caribe 2020: principales condicionantes de las políticas fiscal y monetaria en la era de la postpandemia de Covid-19, que en la región la recuperación será lenta debido a que ha sido de las más afectadas por esa enfermedad.
La Cepal calcula que la economía en la región sufrirá este año una contracción de 9.1 por ciento con una renovación lenta. Al respecto, Bárcena comentó: “El proceso de recuperación de la actividad económica a sus niveles precrisis va a durar más de lo que se esperaba: al menos tres años, y será más lento de lo observado en la crisis subprime de 2008”.
Según las estimaciones de la Cepal, el producto interno bruto per cápita en la región terminará este año en el nivel que tenía en 2010, por lo que “estamos ante una década perdida, con un fuerte aumento en la desigualdad y la pobreza”.
La crisis generada por la Covid-19 tendrá graves efectos en la economía de América Latina y el Caribe: la Cepal calcula que la tasa de desempleo llegará al 13.5 por ciento, 18 millones de desempleados más que el año pasado, con el cierre de 2.7 millones de empresas formales y con una pobreza que afectará a 231 millones de personas, los niveles de hace 15 años.
Entre las características de la región están problemas estructurales como la informalidad, brechas de género y la baja productividad.
Por ello, para la región la Cepal recomienda variaos medidas: fortalecer la recaudación tributaria a través de la consolidación del impuesto a la renta a personas físicas y corporaciones, además de extender los impuestos hasta el patrimonio, la propiedad y la economía digital.
Bárcena también señaló que “los países deben orientar el gasto público hacia la reactivación y transformación económica fortaleciendo la inversión pública hacia sectores que fomenten el empleo, la paridad de género, la inclusión social, la transformación productiva y una transición igualitaria hacia la sostenibilidad ambiental”.