“Todos los hechos que pueden ocurrirle a un hombre, desde el instante de su nacimiento hasta el de su muerte, han sido prefijados por él. Así, toda negligencia es deliberada, todo casual encuentro una cita, toda humillación una penitencia, todo fracaso una misteriosa victoria, toda muerte un suicidio. No hay consuelo más hábil que el pensamiento de que hemos elegido nuestras desdichas“. Dixit Jorge Luis Borges en Deutsches Requiem.
A los 81 años, la mítica Tina Turner reflexiona sobre su dura historia de vida en un documental próximo a estrenarse. Allí, la leyenda de la música hace un relato conmovedor -y por momentos escalofriante- en lo que es la despedida de sus fanáticos.
“No fue una buena vida. Lo bueno no equilibró lo malo”, se le escucha. “Tuve una vida abusiva, no hay otra forma de contar la historia. Es una realidad. Es una verdad. Eso es lo que tienes, así que tienes que aceptarlo”.
En el documental, que se llama “Tina” y se estrenará en HBO el próximo 27 de este mes, la cantante habla de sus años de juventud llenos de lucha y dolor, luego el verdadero amor y la fama mundial que encontró como una mujer de mediana edad.
Con problemas de salud, que incluyen un derrame cerebral y cáncer, la leyenda de la música soul y rock revela que sufre una forma de trastorno de estrés postraumático por el abuso doméstico que sufrió a manos de su primer esposo y socio musical, Ike Turner.
Durante cinco capítulos, Tina, que también sufrió una insuficiencia renal que llevó a un trasplante en 2017, cuenta cómo quiere entrar en el tercer y último capítulo de su vida fuera del foco de atención.
Un cierre
“Algunas personas me dicen que la vida que viví y las actuaciones que di, el aprecio que brindé, está a todo volumen con la gente. Y sí, debería estar orgullosa de eso. Y lo estoy”.
“Pero, ¿cuándo dejas de estar orgulloso? Quiero decir, ¿cuándo, cómo te retiras lentamente? ¿Solo yéndote?”, continúa.
“Ella dijo: ‘Me voy a Estados Unidos para despedirme de mis fanáticos estadounidenses’, y terminaré’. Creo que este documental es eso: un cierre'”, dice su segundo esposo, Erwin Bach, con quien Tina revela que finalmente encontró la felicidad.
Ver más en Clarín