En vísperas del acto de presunto toma de posesión de Nicolás Maduro, arrecian sus actos de represión e intimidación y hay denuncias por violaciones de derechos humanos, además de severos choques con gobiernos de otros países e instituciones internacionales.
Las represalias del gobierno de Maduro por la situación política llegaron a familiares de los líderes opositores. Así, Edmundo González Urrutia, candidato de la oposición que sí presentó actas de votación como prueba de su triunfo electoral, denunció al mediodía del martes que Rafael Tudares, su yerno, había sido secuestrado por la mañana cuando se dirigía al colegio a dejar a sus hijos y ya por la noche tuiteó que se mantenía desaparecido.
Por su parte, tres horas más tarde María Corina Machado, principal lideresa opositora, dio a conocer que la casa de su madres había sido rodeada por “agentes del régimen”, se instalaron controles en las cercanías y que había drones sobrevolando la zona, además de cortes de energía eléctrica.
“Mi mamá tiene 84 años, está enferma, con afecciones crónicas de salud. Maduro y compañía, ustedes no tienen límite en su maldad. Cobardes”, escribió la lideresa opositora.
Por su parte, Stéphane Dujarric, vocero de la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), comentó que António Guterres se encuentra preocupado por los informes acerca de lo que llamó “ofensiva contra los derechos humanos en Venezuela”, lo que incluye la detención de importantes opositores y defensores de los derechos humanos.
También recordó que el secretario general pidió un recuento completo de los comicios venezolanos, “y nuestra postura no ha cambiado desde entonces porque los hechos no han cambiado”.
A su vez, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó un informe en el que, del análisis de las elecciones venezolanas de julio, dice que no puede considerar que la reelección de Nicolás Maduro tenga “legitimidad democrática”. Acusa que el gobierno venezolano “ejecutó prácticas de terrorismo de Estado” con el fin de “impedir la participación política de la oposición. Además de que “implementó una estrategia represiva coordinada para perpetuarse ilegítimamente en el poder”.
Advirtió que la operación represiva del gobierno de Maduro causó al menos 25 asesinatos, decenas de desapariciones forzadas breves, 2 mil detenciones arbitrarias, torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, además de graves violaciones a las garantías judiciales y la libertad de expresión”.
Por ello, la CIDH incluso solicita a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional que presente un caso por la comisión de crímenes de lesa humanidad”.
El lunes González se entrevistó con Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos, quien recordó que, según el informe del Centro Carter y las actas de votación exhibidas, los resultados indican que él es el ganador de las elecciones presidenciales.
Almagro comentó que le comentó a González que mantiene el compromiso “con la defensa de la democracia y la plena vigencia de los derechos humanos en Venezuela. El respeto a la voluntad soberana del pueblo venezolano es un imperativo ético y político por el que seguiremos luchando”.
La Cancillería de Chile publicó un comunicado en el que informó que la misión de su embajador en Venezuela, Jaime Gazmuri, llegó a su término. Ello se debe a lo ocurrido tras los comicios de julio del año pasado, los cuales el gobierno chileno ha considerado como un “fraude electoral” perpetrado por el régimen de Nicolás Maduro.
“Chile espera que Venezuela pueda retomar la senda de la democracia y de la promoción y protección de los derechos humanos, valores que hoy se encuentran ausentes en ese hermano país”, comentó la Cancillería chilena.
Por la mañana de este martes, Andrés Pastrana, quien fue presidente de Colombia, anunció que, como una iniciativa de la organización Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), en la entrada de González a Venezuela la acompañarán al menos nueve exmandatarios de la región: Jorge Quiroga, de Bolivia; Laura Chinchilla, de Costa Rica; Jamil Mahuad, de Ecuador; Vicente Fox y Felipe Calderón, de México; Mario Abdo Benítez, de Paraguay, y Ernesto Pérez Balladares y Mireya Moscoso, de Panamá, además del propio Pastrana.
El anuncio fue incluso después de que Diosdado Cabello, ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, dijo en una conferencia de prensa que, en caso de que González llegue a su país acompañado de los expresidentes, serán arrestados.
Por la tarde del martes la Asamblea Nacional de Venezuela declaró personas non gratas a los mandatarios que han anunciado que acompañarán a González. Jorge Rodríguez, líder de ese cuerpo legislativo, también les amenazó: “Atrévanse a entrar para que vean de qué estamos hablando cuando hablamos de defensa de la patria, de defensa del territorio y de defensa de la vida”.
El órgano legislativo venezolano, dominado por los seguidores de Maduro, consideró a los exgobernantes como una “fuerza extranjera que intenta invadir” Venezuela, por lo que avaló las acciones que se puedan tomar en su contra.
Asimismo, después de que Santiago Peña, mandatario de Paraguay, reconoció a González como presidente electo, Venezuela decidió romper relaciones con ese país y procedió a retirar a su personal diplomático. El gobierno de Maduro rechazó lo dicho por el mandatario paraguayo, a quien acusó de ignorar el derecho internacional y el principio de no intervención.
Por su parte, Paraguay dio 48 horas a los diplomáticos venezolanos para que abandonen el país, además de que ratificó su “firme y contundente apoyo al derecho del pueblo venezolano a vivir en democracia”.
Mientras tanto, el pasado lunes en su conferencia de prensa Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ratificó que sí enviará representante a la toma de protesta de Maduro porque “no vemos por qué no deba ser así. Le corresponde a las y los venezolanos, no a México, definir”, dijo, en lo que se debe leer como un respaldo al dictador.