Ante el avance de la caravana de hondureños que buscan llegar a Estados Unidos y México, ahora Donald Trump amaga con cerrar la frontera sur de su país si aquella no es detenida.
En su Twitter el presidente norteamericano escribió: “Además de detener todos los pagos a estos países, que parecen no tener casi control sobre su población, debo, en los términos más enérgicos, pedir a México que detenga este ataque, y si no puedo hacerlo, llamaré al Ejército de EU, para que CIERRE NUESTRA FRONTERA SUR!”.
Asimismo, hoy también fue contra los gobernantes de Guatemala, Honduras y El Salvador, debido a que hacen poco “para evitar que este gran flujo de personas, INCLUIDOS MUCHOS CRIMINALES, entren a México con dirección a Estados Unidos”.
También escribió que “con suerte, México detendrá este ataque en su frontera norte”.
Trump incluyó en sus invectivas al Partido Demócrata porque está a favor de fronteras abiertas y leyes débiles”.
Aseguró que en la relación entre Estados Unidos y México, los temas de la seguridad fronteriza y la inmigración son mucho más importantes que los comerciales: “El asalto a nuestro país en la frontera sur, incluyendo la penetración de elementos criminales y drogas, es mucho más importante”.
Mientras tanto, en México el gobierno ha dejado en claro que respeta el derecho de los migrantes, pero que toda persona que ingrese de forma irregular a su territorio “será rescatada y sujeta a procedimiento administrativo y será retornada a su país de origen”.
Por su parte, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, declaró ayer que su gobierno ofrecerá a los migrantes centroamericanos tanto visa como trabajo. Comentó: “A partir del 1 de diciembre vamos a ofrecer empleo, trabajo a migrantes centroamericanos. Ese es un plan que tenemos: que el que quiera trabajar en nuestro país va a tener apoyo, va a tener una visa de trabajo”.
También expresó que una de las soluciones a la migración es que el presidente de Estados Unidos acepte el plan de desarrollo que le propuso para México y Centroamérica. “Yo esto se lo expuse al presidente Donald Trump. Él va a aceptar nuestra propuesta, está llevando a cabo un proceso bilateral”.
Hoy por la mañana, en una entrevista radiofónica, el próximo secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, expresó: “No me sorprende (…) Están muy cerca del proceso electoral en Estados Unidos (…) La posición del presidente Trump es la que siempre ha planteado”.
El próximo titular de la diplomacia mexicana también dijo que nuestro país planteará una estrategia de desarrollo que permita una reducción del flujo migratorio de Honduras, El Salvador y Guatemala.
Dejó claro que el país no puede dar libre entrada a cualquiera, por lo que los integrantes de la caravana hondureña tienen dos opciones: tener visa o pedir refugio, que es un trámite que dura entre 45 y 90 días.
Ya desde antes el mandatario estadounidense ha estado enviando mensajes sobre la caravana, e incluso ya amenazó con cortar fondos de ayuda al gobierno hondureño si no termina con el recorrido de ese grupo de personas que se dirigen hacia la Unión Americana.
Desde el martes ya había escrito en ese mismo sentido contra los gobiernos de Guatemala y El Salvador: cortar fondos de cooperación “si permiten que sus ciudadanos, u otros, viajes a través de sus fronteras y lleguen a Estados Unidos, con la intención de ingresar a EU de manera ilegal”.
La caravana integra a unos 3 mil hondureños, según información de la Organización de las Naciones Unidas, pero otra partió el martes con el mismo objetivo: llegar a Estados Unidos para salvarse de la situación de pobreza y violencia que enfrentan en su país, según han explicado sus organizadores.
Sin embargo, ya un grupo de la caravana ha logrado llegar hasta la frontera de México con Guatemala. El presidente de este país, Jimmy Morales, dijo que es un riesgo el ingreso masivo de inmigrantes hondureños, por lo que está tratando de averiguar sus intenciones. Ayer, por un lado, dijo que ha estado hablando con autoridades norteamericanas sobre el tema, que es una preocupación común, y para garantizar la vida de los integrantes de la marcha. Pero también señaló que “ninguna ayuda puede ser condicionada”.
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