La combinación de un par de medicamentos, el tocilizumab y la dexametasona, pueden reducir la mortalidad de los pacientes más graves de Covid-19 hasta en 50 por ciento, según indica un estudio médico del Reino Unido.
El ensayo médico dirigido por la Universidad de Oxford, que ha sido denominado Recovery, ha encontrado que aplicar el tocilizumab, que es utilizado para tratar la artritis reumatoide, y el corticoide dexametazona, ha logrado disminuir las muertes de pacientes hospitalizados y que requieren ventilación mecánica invasiva por padecer hipoxia e inflamación significativa de los pulmones.
El año pasado, en junio, estudios habían encontrado que con la aplicación de dexametasona se logró disminuir la mortalidad de la Covid-19 de los pacientes más graves. Por otra parte, los científicos ya habían hallado una disminución de 4 por ciento en los fallecimientos de enfermos graves por Sars-CoV-2 si utilizaban tocilizumab.
Este último medicamento es un anticuerpo monoclonal que es aplicado vía intravenosa para reducir la inflamación de las articulaciones en pacientes con artritis reumatoide.
Ahora han encontrado que ambos medicamentos, aplicados en combinación, pueden evitar hasta 50 por ciento de los casos graves de Covid-19, y de 30 por ciento en los menos graves.
La aplicación de ambos medicamentos tiene otros beneficios, según uno de los investigadores participantes en el estudio, Martin Landray, ya que “mejora la supervivencia, acorta las estancias hospitalarias y reduce la necesidad de ventilación mecánica”.
En términos de precios de esos medicamentos, el tocilizumab puede resultar caro, con un mínimo de 850 euros por tratamiento, mientras que la dexametasona sí es un corticoide muy barato.
Hasta el momento, usar los dos medicamentos significan el único procedimiento que ha demostrado evitar con eficacia la muerte de una buena parte de enfermos graves de Covid-19.