La senadora del Partido Republicano Susan Collins, manifestó su oposición a la más reciente iniciativa de su partido para derogar y reemplazar la reforma sanitaria conocida como “Obamacare”. Se une así a sus correligionarios, Rand Paul y John McCain, que se han pronunciado en el mismo sentido.
Ante esta situación, para los republicanos sería prácticamente imposible concretar el proyecto antes del 30 de septiembre, fecha límite para aprovechar una excepción legislativa que les permitiría aprobarlo por mayoría simple.
Collins consideró que no pueden instrumentarse reformas amplias al actual sistema de salud bajo presiones de tiempo, dada la importancia del tema. Asimismo cuestionó los recortes a los programas que garantizan el acceso a la salud a la población de menores recursos.
Dijo que si bien el Obamacare “tiene muchos defectos que necesitan solucionarse”, no es con manejos presupuestales discrecionales como se resolverán. Abundó que aun cuando la propuesta republicana proponga hoy otorgar más fondos a ciertos estados para beneficiarlos, en el futuro se puede recurrir al mismo esquema pero a la inversa para perjudicarlos.
Puntualizó que tomó su decisión pese a recibir una llamada del presidente Donald Trump. El mandatario ha tratado infructuosamente de presionar a sus compañeros de partido para que respalden la medida.
Este nuevo revés legislativo de los republicanos significa una nueva derrota para Trump, quien desde su campaña se fijó como una de sus principales metas revocar la llamada Ley de Salud Asequible, instrumentada por Barack Obama en 2010.
(Con información de EFE y ABC)
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