En una entrevista con El País publicada ayer, John Ridding, director general del diario británico Financial Times, expresó que “esa idea de que la gente nunca pagará por el periodismo en línea es completamente errónea, y lo hemos demostrado. Un modelo de periodismo de calidad puede conllevar un modelo de crecimiento del negocio”.
Con suscripciones que varían entre los 450 y los 675 euros, el crecimiento de ese diario ha sido notable, tanto que hoy está muy cerca de tener casi un millón de suscriptores, cantidad que, dijo, “es más de lo que hemos registrado en toda nuestra historia de 130 años”.
En la entrevista se recuerda que en 2007 el periódico cerró al acceso gratuito a sus contenidos e impuso el muro de pago, pese a la gratuidad de muchos otros medios.
En conversación con El País durante una visita a España, explicó que la clave de su modelo de negocio es la diferenciación, “aportar algo que motive al lector a pagar por ello”, característica que puede “dar la marca, los columnistas, el ángulo de análisis”.
Continuó con un apunte sobre los editores: muchos “se han mostrado reacios al modelo de pago por suscripción, pero cada vez es más obvio que no hay elección. La publicidad por sí sola no puede soportar redacciones de calidad”.
Ello puede ocurrir en diarios generalistas, y como ejemplo puso a The New York Times, que hace “un muy buen trabajo invirtiendo en periodismo de calidad y en exclusivas”.
Acerca del pago de las publicaciones en línea explicó que se conservó que “la tendencia de la publicidad en el papel era negativa y que teníamos que encontrar una nueva fuente de ingresos. Teníamos confianza plena en la calidad de nuestro modelo de periodismo y creíamos firmemente que merecía la pena pagar por ello. Igual que se pagaba por el periodismo impreso, debía pagarse en línea. Nos sentimos muy seguros y los resultados muestran que estábamos en lo cierto. La gente valora el periodismo de calidad, sea impreso, en línea, en video o en audio”.
Ridding expresó también que las noticias falsas se han convertido en un serio problema no solo para los lectores, sino para la industria de medios: “La calidad de la información, en términos generales, se está deteriorando. Pero al mismo tiempo creo que es una oportunidad para que los medios de calidad se diferencien del resto. Los lectores quieren fuentes fiables y artículos escritos por periodistas profesionales. Las historias sensacionalistas pueden resultar atractivas, pero al final se produce el efecto contrario y los lectores vuelven y valoran el periodismo bien hecho”.
También manifestó las ventajas y reservas de las redes sociales: “Es un oportunidad enorme: nunca antes en la historia de la humanidad habíamos tenido la posibilidad de que nos leyeran millones de personas a través de plataformas gigantes de búsqueda y redes sociales (…) La oportunidad para llegar a nuevas audiencias es emocionante. Pero debes tener mucho cuidado y no basar tu modelo de negocio y tu fortuna en una plataforma externa, que pertenece a un tercero”.
Los datos de tráfico y hábitos de lectura, dice el director de Financial Times, “se han convertido en parte fundamental de nuestro negocio porque nos permiten entender a nuestros lectores de una forma más profunda que cuando eran anónimos en el papel. Conocer sus hábitos de lectura nos permite ofrecer un producto más personalizado y efectivo, les proporcionamos experiencias más relevantes. Pero hay límites sobre cómo los datos dirigen nuestra empresa. Siempre hacemos nuestros juicios sobre qué historias son más importantes y qué lugar ocupan en las páginas en función del criterio y la especialización de nuestros redactores. Ellos usan los datos, los tienen en cuenta, pero no están gobernados por los datos. Nuestros redactores marcan la agenda”.
(Con información de El País)
arm