Un gran número de policías de Honduras se declararon el día de ayer en huelga de “brazos caídos”, debido a que se niegan a reprimir al pueblo que protesta por un fraude en las elecciones del pasado 26 de noviembre. Los agentes, quienes en su mayoría pertenecen a la unidad antidisturbios conocida como “Los cobras”, salieron, ayer por la noche, a las calles de Tegucigalpa para mostrar su rechazo a la orden que les manda aplicar el toque de queda.
“En estos momentos estamos de brazos caídos (…), para manifestar nuestra inconformidad por lo que está pasando a nivel nacional. Nosotros somos pueblo y no nos podemos estar matando con el propio pueblo, nosotros tenemos familia”, manifestó un portavoz de las unidades de fuerzas especiales del país en declaraciones a los periodistas durante el acto de protesta.
A las seis de la tarde, hora local, en que entró a regir el toque de queda, comenzaron a llegar a la base de “los Cobras” compañeros de otras sedes policiales, en motos y patrullas, en caravanas y sonando las sirenas para demostrarles su apoyo.
El oficial en referencia al conflicto por las elecciones, dijo: “Lo que exigimos es que haya paz, que se resuelva ya este problema y que no haya más muerte, más sangre”.
Por medio de un comunicado, la Policía Nacional reafirmó su rechazo a la situación en el país, y pidió al Gobierno que busque la mejor salida a la crisis por la que atraviesa el país desde hace más de una semana.
“Nuestro pueblo es soberano y a ellos nos debemos, por lo tanto, no podemos estar confrontando y reprimiendo sus derechos (…) Abogamos a que se recupere la paz y tranquilidad para nuestro pueblo lo más pronto posible”, indicó.
No obstante, las autoridades del gobierno minimizaron la protesta de los policías y aseguraron que lo hacen por el salario.
Pero, la policía no tardó en responderles por medio de un documento. “No realizamos esta actividad por un aumento salarial, aunque es nuestro derecho” y “reiteramos nuestro compromiso primordial de brindar seguridad al pueblo”.
La crisis se desató desde que el presidente Juan Orlando Hernández anunció que iba a buscar la reelección, no obstante sus aspiraciones se vieron detenidas por un presentador de televisión convertido en político, Salvador Nasralla. Los primeros resultados dieron un triunfo prematuro a Nasralla, pero la ventaja se revirtió a favor de Hernández después de un recuento muy retrasado de papeletas. La oposición acusó al presidente de haber cometido fraude.
Cuando las protestas se volvieron violentas y se registraron actos de rapiñas, el Gobierno decretó, el pasado viernes, estado de emergencia y un toque de queda nocturno que regirá durante diez días para controlar las movilizaciones opositoras, en las que han muerto ya siete personas.
(Con información de AFP, El País, Hispan TV y El Heraldo)
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