¿Sabías que la Iglesia de Inglaterra es copropietaria de la canción Single Ladies de Beyoncé, la famosa Umbrella de Rihanna y el éxito SexyBack de Justin Timberlake?
Suena extraño, pero la institución es uno de los cientos de inversionistas de una compañía llamada Hipgnosis, que durante los últimos tres años ha estado adquiriendo uno a uno los derechos de miles de canciones exitosas.
Hasta ahora, ha gastado más de US$1.000 millones en música de Mark Ronson, Chic, Barry Manilow y Blondie.
Su última adquisición es el catálogo de canciones de LA Reid, lo que significa que tiene participación en temas como End Of The Road de Boyz II Men’s, I’m Your Baby Tonight de Whitney Houston y Don’t Be Cruel de Bobby Brown.
Cuando esas canciones se reproducen en la radio o aparecen en una película o programa de televisión, Hipgnosis gana dinero.
Y también sus inversores como son la Iglesia de Inglaterra y las gestoras de fondos Aviva, Investec y Axa.
‘Más valioso que el oro’
Según el fundador de Hipgnosis, Merck Mercuriadis, la música que ha comprado es “más valiosa que el oro o el petróleo”.
“Estas excelentes y exitosas canciones son muy predecibles y fiables en sus fuentes de ingresos”, explica.
“Si tomas una canción como Sweet Dreams de Eurythmics o Livin ‘On A Prayer de Bon Jovi, estás hablando de tres o cuatro décadas de ingresos seguros”.
Dice que las canciones de éxito son una inversión estable porque sus ingresos no se ven afectados por los cambios en la economía.
“Cuando la gente está contenta vive con una banda sonora de canciones”, explica.
“Pero también en momentos menos buenos, como el tipo de desafíos que hemos experimentado durante los últimos seis meses debido a la pandemia, las canciones reconfortan y ayudan a escapar”.
“Así que siempre se consume música y ésta siempre genera ingresos”.
De hecho, con los usuarios de Spotify aumentando en un promedio mensual del 22% entre marzo y julio, las ganancias por derechos de transmisión han aumentado durante la pandemia de covid-19.
Como resultado, el precio de las acciones de Hipgnosis han aguantado las turbulencias vistas en otro tipo de negocios.
Una larga carrera
Mercuriadis, de Quebec, Canadá, empezó a trabajar en la industria de la música después de llamar a la oficina de Virgin Records en Toronto todos los días durante meses hasta que le dieron un empleo en el departamento de marketing.
Allí trabajó con artistas como UB40, The Human League y XTC.
En 1986, se unió a Sanctuary Group, convirtiéndose finalmente en su CEO, donde dirigió las carreras de Elton John, Iron Maiden, Guns N ‘Roses, Destiny’s Child y Beyoncé, además de trabajar en el relanzamiento de la carrera de Morrissey en 2004.
Kanye West lo llamó recientemente una “de las personas más poderosas y conocedoras de la industria de la música”.
Despedido por decir la verdad
“He tenido la suerte de poder trabajar con todas las personas con las que siempre quise trabajar”, dice Mercuriadis.
Dice que la clave para manejar a cualquier artista de éxito es “luchar duro por ellos” y “decir la verdad”, incluso cuando sea incómodo.
“Lo que la mayoría de la gente no se da cuenta es que, si tienes una carrera tan larga como la de Elton, serás el artista más genial del mundo siete veces. De la misma manera, serás el artista menos genial otras siete veces”.
“La vida real significa decir: ‘Aquí es donde estamos actualmente, aquí es donde queremos estar, y esto es lo que tenemos que hacer para llegar allí. Así que a subámosnos las mangas, ensuciemos nuestras manos y no nos quedemos atascados”.
Admite que en el pasado fue “despedido por decir la verdad”, aunque no menciona nombres.
“Pasa todo el tiempo. No todo el mundo quiere decir la verdad y aún hay menos personas dispuestas a escucharla”.
La idea de Hipgnosis surgió en 2009, cuando se lanzó Spotify en Reino Unido.
“Pude ver que el streaming iba a cambiar el panorama y que iba a hacer que la industria de la música volviera a tener mucho éxito”, dice.
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