El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que su gobierno prepara una reforma legal cuyo objetivo establecer reglas claras para tipificar la situación legal de los inmigrantes irregulares y determinar en qué casos ameritan ser expulsados del país. De concretarse, se prevé su aplicación a partir del primer semestre del próximo año.
El mandatario destacó que el modelo actual es ineficaz y la consecuencia es que miles de migrantes “viven en tierra de nadie”, lo cual también es “una forma de inhumanidad”.
Datos del Ministerio del Interior citados por el diario “Le Figaro”, de las 91 mil personas detenidas el pasado año en Francia por carecer de documentos, hubo 24 mil 707 expulsiones efectivas. De este total, en 11 mil 746 casos la salida de territorio francés fue voluntaria y en 12 mil 961, por la fuerza.
Macron admitió que la inmigración cero no es posible, ya que muchos extranjeros que acoge el país, contraen matrimonio con residentes en Francia, o bien son estudiantes o demandantes de asilo y en todos esos casos, adquieren ciertos derechos.
Indicó que el proyecto de reforma va encaminado a detener el flujo de migración procedente de diversos países de África y Asia, que buscan ingresar al país en forma clandestina por el Mediterráneo; asimismo, incluye una revisión exhaustiva de las solicitudes de asilo para determinar en qué casos se justifican.
Por último, Macron recordó que el fin del estado de emergencia previsto para noviembre, está en vigor en Francia desde los atentados terroristas de noviembre de 2015 y en función de ello, el nuevo proyecto prevé disposiciones para mantener los controles de las fronteras interiores francesas.
(Con información de EFE)
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