Dilma Rousseff se defendió este lunes durante más de 14 horas ante los 81 senadores que, tal y como dijo el presidente del Supremo Federal, Ricardo Lewandowski, son los jueces que decidirán la continuidad o la destitución definitiva de la mandataria.
"Vengo a mirar directamente a los ojos de sus excelencias y a decir con la serenidad que no debo nada, que no cometí crímenes de responsabilidad", expresó Dilma a los funcionarios asistentes.
Rousseff contestó las preguntas de los 51 senadores que intervinieron. Y abordaron temas que van desde los supuestos delitos fiscales en los que incurrió, hasta asuntos más variados como la marcha de la economía, las prospecciones petrolíferas, la defensa de los indios, las virtudes políticas de Temer y la mortalidad infantil, entre otras decenas de temas.
Aunque el interrogatorio fue amplio, se centró en criticar la gestión económica de Rousseff y la legalidad del proceso, como respuesta a los duros cuestionamientos que la presidenta retirada de su cargó lanzó. Por ejemplo, en insistir que el juicio se trataba de un “golpe parlamentario”.
"Esta es la segunda vez en mi vida en que, junto a mí, se juzga a la democracia", añadió la mandataria.
De esta manera, el juicio está previsto para que finalice este martes. Por la mañana hablarán, por última vez, los representantes de la defensa y de la acusación. Posteriormente, harán un discurso cada uno de los senadores que no acabará hasta la madrugada del miércoles. Entonces, los senadores votarán.
(Con información de El País)
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