marzo 11, 2025

Recomendamos: Así serán los rodajes tras el coronavirus

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Con termómetros a las puertas de los recintos de rodaje. Con constante desinfección de vestuario e instalaciones. Con guantes y mascarillas. Con uso individualizado de auriculares y de material de maquillaje. Con equipos mínimos de personas en los platós y con nuevo mandamiento, la trazabilidad, para cualquier objeto usado en un rodaje. Así prepara la industria audiovisual la vuelta a las grabaciones de películas y series de televisión. Sin cines abiertos, aunque con las plataformas ofreciendo a sus consumidores producto audiovisual como nunca antes en la historia. La crisis de la covid-19 “enseña que a los españoles sí les interesa la producción nacional, y que esta además encuentra respaldo internacional”, explica un productor, subrayando la habitual contradicción española de despreciar el cine patrio para alabar las series nacionales de televisión y el éxito de la cuarta temporada de La casa de papel, estrenada en Netflix el pasado 3 de abril, entrega que según datos de la plataforma han empezado a ver 65 millones de hogares (sin embargo, esa cifra no explica, por tanto, cuántos espectadores la iniciaron ni cuántos la han acabado).

Aunque ahora mismo se haya detenido la actividad audiovisual, “nada impediría rodar en espacios cerrados, no hay una prohibición expresa, siempre que se cumpla con la ley de prevención de riesgos laborales y con las recomendaciones actuales del Ministerio de Sanidad para trabajar durante la pandemia”. Esta declaración procedía de uno de los ponentes de un encuentro que se celebró este jueves auspiciado por la fundación Secuoya, perteneciente al grupo homónimo de producción audiovisual, y en el que presentaban un protocolo para rodajes revisado por la empresa auditora KPMG, basado en el trabajo de esta empresa en Singapur, donde se rodaba en febrero (hasta que han tenido problemas por el repunte del coronavirus). No es el único plan que estos días barajan las empresas audiovisuales: los profesionales de publicidad han realizado el suyo propio, y la Spain Film Commission un tercero, similar al de Secuoya, e inspirado en el protocolo europeo.

Un rodaje no es una actividad desarrollable por teletrabajo. Sí la preproducción y la posproducción, que podrían realizarse de forma telemática. Cualquiera que haya estado en una filmación sabe del alto grado de improvisación y de la enorme cantidad de contacto físico que se da dentro de él. Eso va a tener que reducirse al mínimo. Por de pronto, el habitual chorreo de órdenes que se realizan en papel se harán de manera digital, y sí habrá un documento creado por cada productora que clarifique absolutamente todos los pasos a cumplir. Las personas que acudan a un rodaje tienen que haber realizado la prueba médica acreditada que certifique que ni padecen ni pueden contagiar la covid-19. Hasta se desglosa cómo se realiza el transporte hasta la grabación. El protocolo de la Spain Film Commission añade: “Se aportará por esos trabajadores declaración jurada de haber permanecido en situación de aislamiento desde la fecha de realización del test hasta su incorporación”. En ambos se asegura como fundamental la toma diaria de temperatura a quien acceda al rodaje.

Más información: https://bit.ly/2Y3fDws

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