La Sala de criminalidad informática investiga en estos momentos los tuits de contenido injurioso y homófobo que recibió el cantante Miguel Bosé tras publicar en la red social un mensaje en homenaje a su sobrina Bimba fallecida el lunes. Bosé tiene la opción de querellarse por injurias contra cada uno de estos tuiteros pero, si la Fiscalía determina que se ha producido un delito de odio, el Ministerio Público actuaría de oficio.
La persecución de este tipo de delitos es cada vez más intensa en nuestro país, como revelas casos no exentos de polémica como el de la imputación a una tuitera de Murcia por bromear sobre el asesinato de Carrero Blanco. En el caso de las vejaciones póstumas a Bimba Bosé, los tristes precedentes que sientan otros casos como el acoso a Jesús Tomillero, el primer árbitro en salir del armario o los insultos tras la muerte por cornada del torero Víctor Barrio indican que los acosadores las tienen todas para salirse con la suya.
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