jueves 21 noviembre 2024

Recomendamos también: “Cómo Hermione (de la saga Harry Potter) me enseñó a estar enojada”

por etcétera

La actriz británica Noma Dumezweni, que se hizo conocida por interpretar una versión adulta de Hermione Granger en la obra de teatro “Harry Potter y el legado maldito”, dice que las mujeres necesitan aprender a estar enojadas.

La intérprete, que ganó un premio Olivier y fue nominada a un Tony por el papel que interpretó tanto en Broadway como en el West End de Londres, es una de las 100 Mujeres 2018 elegidas por la BBC.

Aquí escribe sobre su propia experiencia con el enojo.

Short presentational grey line

He aprendido mucho interpretando el personaje de Hermione en el escenario en los últimos años. Aunque generalmente es una persona calmada, sensata, justa y empática, Hermione sabe cómo usar la ira de manera efectiva cuando es necesario.

La ira de Hermione es algo hermoso, lo muestra más a través de su lealtad y amor, especialmente cuando está enamorada y tratando de entender lo que le pasa.

Ella le pide a aquellos a quienes ama que sean mejores. Les pone una vara alta porque tiene fe en que pueden alcanzarla. Lo cree ferozmente. Y ella estará allí cuando lo hagan.

A lo largo de mi casi medio siglo de vida puedo contabilizar tres veces en las que sentí absoluta rabia, lo que me generó profundos sentimientos de vergüenza.

La primera vez fue un enojo provocado por la típica inseguridad de la infancia.

Fue cuando empecé la escuela secundaria y canalicé toda mi ansiedad hacia otra chica a la que le grité mientras los demás se burlaban de ambas.

La segunda vez fue provocada por la frustración de descubrir mi identidad cuando era adolescente.

Le grité a mi madre, porque no pude articular de ninguna manera que fuera amable lo perdida que me sentía, algo por lo que la culpaba a ella.

El recuerdo que tengo es de sentir una energía como el de una llorona emanando de mí mientras ella estaba sentada tan triste y aturdida.

El último episodio -esta vez como adulta- fue con mi ex.

Poner fin a una relación de 20 años puede ser muy doloroso y puede convertir las palabras en veneno.

Ahora puedo ver que estos fueron puntos de ebullición, ira interior que se acumuló lentamente y que brotó cuando fue activada por un momento a veces aleatorio, como la forma en que percibí un abrazo, un suspiro o una risa.

Más información: https://bbc.in/2SsWrC0

Autor

También te puede interesar