Recomendamos: El macaco saca provecho de su “selfie”

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Naruto sonrió. Y apretó el botón. Clic. A saber por qué el macaco se acercaría a la cámara que el fotógrafo David Slater había dejado sobre un trípode. Pero lo cierto es que incluso la tocó, y disparó. Así que el mono se sacó un selfie. Como millones de seres humanos. Aunque, claro, él es un animal. Ni Naruto ni cualquier cerebro humano, en todo caso, podían imaginar que aquel día de 2011 arrancaba una historia de seis años, debates, pleitos, bancarrotas y miles de euros que de la selva de Indonesia terminaría ante una corte de San Francisco. Ayer el juicio de apelación entre Slater y PETA (asociación que defiende un trato más ético para los animales), que reivindicaba en nombre del mono su autoría sobre la imagen, se cerró con un acuerdo: el fotógrafo donará el 25% de los futuros ingresos generados por la foto a organizaciones que protejan a Naruto y los demás macacos crestados de Indonesia.

Llega en cambio a su epílogo un periplo larguísimo, que ha arrastrado consigo un dilema: ¿los animales tienen derechos de autor? “No, la ley aclara que se considera como creador de una obra una persona natural”, responde Andy Ramos. El abogado, experto en copyright, explica que hay excepciones para personas jurídicas pero no para un animal. “Por más que un elefante pinte un cuadro, no tiene propiedad intelectual sobre él”, añade. Excluido el macaco, Ramos cree que tampoco Slater es el autor de la foto, ya que no la sacó: la imagen pertenece al dominio público, según el abogado.

Más información: http://bit.ly/2wUcFgn

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