Los periodistas rusos Orkhan Dzhemal, Alexander Rastorguyev y Kirill Radchenko estaban trabajando en un documental en la República Centroafricana cuando fueron emboscados y asesinados a tiros, a inicios de la semana.
La noticia del ataque conmocionó a su país natal, donde eran conocidos por su trabajo como reporteros y documentalistas.
Y las circunstancias de su muerte siguen rodeadas de misterio.
Ni las autoridades rusas ni las del país africano han revelado sus hipótesis sobre las causas del ataque.
Lo que sí se sabe es que su trabajo periodístico involucraba al Kremlin y su posible relación con mercenarios rusos, así como otros intereses de Moscú en la República Centroafricana
¿Qué ocurrió?
Dzhemal, reconocido corresponsal de guerra, junto con el documentalista Rastorguyev y el camarógrafo Kirill Radchenko fueron atacados en horas de la noche del lunes cuando se trasladaban desde la capital de la República Centroafricana, Bangui, hacia la localidad de Sibut.
Ellos viajaban de noche a pesar de las advertencias de no hacerlo porque era considerado peligroso.
Su misión, de acuerdo a los reportes locales en Rusia, era localizar a mercenarios rusos de la compañía privada de seguridad Wagner Group, que se cree están operando en el país africano.
Wagner Group ya había sido parte de los titulares en los medios en meses pasados, cuando se reveló que actuaba en el marco del conflicto en Siria.
Y de acuerdo a varias informaciones, este grupo militar privado estaría también en operaciones en la República Centroafricana.
Las autoridades rusas y la oficina del gobierno del Kremlin han negado cualquier contacto con los hombres de Wagner Group.
Sin embargo, Rusia envió a 180 militares especializados en entrenamiento después de recibir la aprobación de la ONU de entrenar y proveer armas al ejército del país africano.
Los tres periodistas habían sido enviados a África por el Centro de Investigación (ICC, por sus siglas en inglés), un proyecto de periodismo que es financiado por el ex empresario ruso que vive en el exilio Mikhail Khodorkovsky.
Los tres periodistas estaban contratados como freelance.
Y el vocero del ICC, Andrei Konyakhin, le dijo a la agencia de noticias AP que, además de estar investigando el rol de los mercenarios de Wagner, ellos también estaban buscando develar intereses del gobierno ruso en la minería de oro, uranio y diamantes en la República Centroafricana.
Según Marcelin Yoyo, de la administración de la localidad de Sibut, los reporteros fueron emboscados por un grupo de hombres, que vestían turbantes y hablaban árabe.
Un representante del gobierno señaló que nueve hombres detuvieron a los periodistas en una de las vías del país africano. Allí les dispararon y uno de ellos murió en el lugar, mientras que los otros dos fallecieron cuando eran trasladados hacia un centro de salud.
El conductor del vehículo que transportaba a los periodistas logró escapar del ataque y alertó a las autoridades.
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