La definición de la Real Academia Española ni se hizo esperar ni sorprendió. Para que no quedaran dudas, este lunes la entidad ibérica usó el capítulo que abre su primer manual de estilo del idioma español para volver a expresar su rechazo al lenguaje inclusivo.
En las primeras páginas de su “Libro de estilo de la lengua española”, la entidad que se arroga la tarea de velar por la lengua castellana considera innecesarias las variables que se han desarrollado en Hispanoamérica para incluir el género masculino y femenino en su formulación. “Todos y todas”, “todes”, “todxs” o “tod@s” son construcciones que la Real Academia rechaza. Es que la institución considera que el género masculino de las palabras, “por ser el no marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos”.
La opinión que la Academia tiene sobre el lenguaje inclusivo se incluyó en su manual de estilo porque ese volumen, editado junto a Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), pretende funcionar como guía ante interrogantes idiomáticos que han surgido en los últimos años y que, en casos como el del lenguaje inclusivo, han llegado a despertar alguna polémica.
Este rechazo, que se suma a varias expresiones contrarias al lenguaje inclusivo que ya tuvieron lugar entre autoridades de la RAE, llega algunas semanas antes de que la Academia deba expedirse con un informe sobre la posible modificación del texto de la Constitución española que encargó la vicepresidenta de Gobierno de ese país con el objetivo de que esa Carta Magna reflejara mayor paridad entre hombres y mujeres.
“El problema es confundir la gramática con el machismo”, dijo Darío Villanueva, director de la RAE, ante esa solicitud: es la postura que la Academia vuelve a tomar en su manual de estilo y que, adelantaron desde la institución, muy probablemente tomará al elaborar su informe sobre la Constitución.
A pesar de la posición institucional, el lenguaje inclusivo ha ganado espacio en distintos ámbitos. En Latinoamérica, la cadena televisiva Fox Premium estrenó en octubre la serie “Pose”, pionera en tener subtítulos con lenguaje inclusivo, tanto en castellano como en portugués. “Les chiques” se lee, por ejemplo, en las letritas blancas que acompañan los diálogos de sus personajes.
Más información en Clarín