Desesperado, Abdelrrazzaq Zorgui, periodista tunecino de 32 años, colaborador como reportero gráfico y cámara del canal privado Telvza TV, casado y padre de dos niños, se ha inmolado quemándose a lo bonzo en la noche del 24 al 25 de diciembre de 2018, después de denunciar en un vídeo, publicado en Youtube, la pobreza y la precariedad que están asolando el país, especialmente graves entre los jóvenes.
“Este –dice el periodista en el vídeo- es un llamamiento a los parados de Kasserine. Vamos a hacer una revolución, y cualquier que se me una y me apoye será bienvenido. Voy a manifestarme solo y a inmolarme. Y que Dios ayude a quien intente detenerme. Durante ocho años he intentado encontrar trabajo, pero año tras año he fracasado. Todo es mentira. No pertenezco a ningún partido político…”
Pocos minutos después de publicar su testimonio, Ablderrazaq Zorgui se roció con gasolina y se prendió fuego en la Plaza de los Mártires de la ciudad de Kasserine, donde residía.
Su gesto ha provocado violentas manifestaciones con enfrentamientos con la policía de Kasserine donde, según la denuncia del periodista, el paro masivo tiene “hambrientos y marginados” a los habitantes de la zona. En el barrio Ennour de la ciudad, famoso por ser el epicentro de las protestas, se concentró un gran número de jóvenes que quemaron neumáticos y arrojaron piedras a los policías, entre los que se produjeron seis heridos y que detuvieron a nueve manifestantes.
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