Después de que el presidente Donald Trump amagara con el uso del Ejército norteamericano para contener el vandalismo de algunos de las manifestaciones de protesta por el asesinato de George Floyd, Mark Esper, secretario de Defensa, desaprobó tal medida.
El titular del Pentágono dijo que, además de que falta la aprobación y respaldo de los estados para recurrir a tal medida, la condición actual de Estados Unidos no justifica el uso del Ejército: “No apoyo la invocación de la Ley de Insurrección. Estas medidas sólo deberían utilizarse como último recurso y en las situaciones más urgentes y extremas. Ahora no estamos en una de esas situaciones”.
Estas son las primeras declaraciones que hace Esper en el marco de las manifestaciones contra el racismo y el abuso policiaco, y que ya llevan ocho días. “Digo esto no solo como secretario de Defensa, sino también como antiguo soldado y exmiembro de la Guardia Nacional”, expresó.
La ley citada por Esper, que podría ser utilizada para evitar revueltas contra el gobierno, fue emitida en 1807 y después fue complementada en 1957 para poder utilizar tropas en caso de que los gobernadores desobedezcan al presidente.
El funcionario continuó al señalar que “siempre he pensado y sigo pensando que la Guardia Nacional es más adecuada para prestar apoyo a las autoridades civiles en cuestiones internas”. Y señaló sobre las protestas y su principal razón: “Ya llevamos más o menos una semana en esto. Y cuando miras la escalada, han sido 72 horas, quizá unas 96. Pero creo que es importante hablar claro y compartir lo que vemos, de nuevo, como algo establecido: el racismo que existe en América y cómo lo vemos como algo establecido”.
El secretario de Defensa también señaló que lo ocurrido a Floyd “es un crimen horrible” por el que los policías que estuvieron en el lugar de los hechos “deberían rendir cuentas por este asesinato”. Añadió que “es una tragedia que hemos visto repetirse demasiadas veces”, y que el racismo es real, por lo que “todos debemos hacer lo posible por reconocerlo, plantarle cara y erradicarlo”.
Ante la falta de aprobación de los gobernadores para el uso de soldados en los territorios bajo su autoridad, hasta ahora Trump sólo ha podido ordenar el despliegue de una unidad de la Policía Militar en Washington DC.
Sin embargo las manifestaciones han continuado, muchas de ellas de forma totalmente pacífica y de forma más nutrida que los días anteriores, e incluso ignorando el toque de queda. También se reportaron menos actos de saqueo y vandalismo y se han podido ver imágenes de policías de diversas ciudades que se solidarizan en la lucha contra el racismo y que se han unido a las marchas.