La automotriz General Motors suspendió sus operaciones en Venezuela, luego de que el gobierno de aquel país tomara el control de su planta armadora, acción calificada como ilegal.
En un comunicado, la empresa dio a conocer que otros de sus activos, como los vehículos que se encontraban en la fábrica, fueron sustraídos de las instalaciones con lo que se causa un daño económico irreparable. Por tal motivo, adelantó que se defenderá legalmente ante instancias nacionales e internacionales y confió en que la justicia de imponga.
General Motors tiene alrededor de 2 mil 700 trabajadores en Venezuela, donde ha sido líder del mercado por más de 35 años. Asimismo, cuenta con 79 concesionarios que dan empleo a 3 mil 900 personas, mientras que sus abastecedores de refacciones representan a más del 50% del mercado de autopartes en la nación sudamericana.
Precisó que la suspensión de operaciones sólo será en la armadora, mientras que los concesionarios continuarán dando servicio a los vehículos, al igual que los proveedores de refacciones.
En los últimos años, la automotriz estadounidense ha tenido problemas de ingresos en Venezuela. En el segundo trimestre de 2015, la compañía asumió un cargo de 720 millones de dólares por devaluación de la moneda y devaluación de activos debido a la crisis económica del país.
(Con información de AP)
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