El subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio, admitió que la inversión en México “ha venido cayendo de manera importante” durante los últimos 15 años, debido a diversos “cambios regulatorios” que ha registrado el país, la falta de “profundidad” del sistema financiero y la baja recaudación fiscal.
“Una de las razones por la que México no ha logrado altos niveles de crecimiento es porque la inversión se ha ido contrayendo y ha sido muy pequeña. Hemos visto que la falta de inversión generó desempleo porque la inversión no ocurrió en periodos muy largos”, admitió.
Al participar en una conferencia organizada por la Universidad de Veracruz llamada “Perspectivas Económicas de México 2021”, dijo que en los últimos 15 años, la inversión en México ha caído de manera constante. No se refirió únicamente a la inversión extranjera, sino a toda clase de ella.
“México es un país donde en los últimos 10 a 15 años la inversión ha venido cayendo de manera importante y la expectativa de hecho era otra. Lo que se esperaba era que la inversión se empezara a incrementar de manera acelerada en los últimos 10 años y ocurrió totalmente lo opuesto”.
Yorio hizo estas declaraciones a unas semanas de que la Secretaría de Economía difundiera por todo lo alto que “durante el primer trimestre de 2021, la economía mexicana captó la mayor cantidad de Inversión Extranjera Directa desde 1999 para un primer trimestre”.
Lo que la dependencia a cargo de Tatiana Clouthier no precisó fue que este incremento se dio en un contexto mucho más amplio, que es el que este viernes mencionó el subsecretario, quien reconoció las diversas fragilidades que tiene el país para alentar la inversión, tanto nacional como extranjera y la incesante caída durante los últimos 15 años.
Al reconocer que la inversión ha caído en los últimos 15 años, el funcionario admite explícitamente que parte de ese importante e incesante declive se ha dado en los tres años del actual gobierno, sin que se hayan anunciado mejoras para fomentar la inversión, sino al contrario.
Dijo que “algunas inversiones que estaban relacionadas con ciertas reformas generaron un ‘impasse’ en estados como Veracruz, en donde hay actividad relacionada con la extracción, con el uso de recursos naturales, y esto generó ‘impasses’ muy fuertes en cuanto a desempleo”.
Agregó que el sector financiero carece de la fortaleza suficiente como para ser una fuente activa de financiamiento y además, el fomento a la inversión, desde el sector público, está limitado por la baja recaudación. “Es necesario que haya mayores ingresos y México es de los países que menos recauda de Latinoamérica. Estamos en desventaja recaudatoria”.
Durante el actual gobierno, la inversión nacional y extranjera ha sido desalentada por decisiones personales del presidente Andrés Manuel López Obrador. El caso más relevante fue la cancelación del proyecto del Aeropuerto en Texcoco, que representó un costo de miles de millones de pesos y una deuda pública que durará muchos años, así como la generación de desconfianza entre inversionistas nacionales y extranjeros.
Asimismo, el actual gobierno no alentó la sobrevivencia de pequeñas y medianas empresas durante la pandemia, necesitadas de apoyos económicos, lo que resultó en la quiebra de más de un millón de ellas. En cambio, destinó miles de millones de pesos al sostenimiento de Pemex, que genera continuas pérdidas y en días recientes, 600 millones de dólares para la compra total de una refinería en Texas.
Este 4 de junio, el presidente López Obrador dijo que la compra de esa refinería se hizo con el dinero que se “recuperó” de los fideicomisos de Conacyt, destinados a proyectos de innovación tecnológica. En tanto, decenas de investigadores han denunciado que Conacyt les ha retirado ilegalmente los apoyos y en muchos casos, se les ha forzado ilegalmente a presentar su renuncia.