Un agente de la DEA afirmó que desde 2010 esa agencia de Estados Unidos sabía de los sobornos que el Cártel de Sinaloa entregaba a Genaro García Luna para protegerlo, mientras que un policía mexicano aseguró haberlo visto junto a Arturo Beltrán Leyva y Édgar Valdez Villarreal. Esto ocurrió al continuar este jueves el juicio contra el “superpolicía” mexicano.
En la sesión de este jueves fue presentado Miguel Madrigal, quien fue agente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en México entre los años 2008 y 2015.
Madrigal afirmó que durante su estancia en México trabajó con diversas dependencias de seguridad del país, como las secretarías de Seguridad Pública y de la Defensa Nacional, además de la Marina y la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), en la investigación de los cárteles de la droga.
Según declaró, entre las dependencias mexicanas faltaba confianza y coordinación, por lo que tuvo que trabajar por separado con ellas para evitar fuga de información.
Una de sus aseveraciones más graves fue que desde 2010 la DEA tuvo la información de que el Cártel de Sinaloa hacía pagos a García Luna. Esto fue por las declaraciones que al respecto hizo Sergio Villarreal Barragán, “el Grande”, tras ser detenido, cuando afirmó que contaba con información sobre los sobornos al “superpolicía”.
Otros hechos que refirió fue que obtuvo información de que en un restaurante cercano a la Embajada norteamericana en México hubo varias reuniones entre narcotraficantes y funcionarios mexicanos para la entrega de sobornos.
También dijo que la DEA contaba con un video en el que se apreciaba el automóvil de un exjefe de la Policía Federal estacionado afuera de la casa de Jesús Zambada, “el Rey”. Sin embargo, dijo ya no contar con ese video.
Este jueves también participó Harold Poveda, “el Conejo”, quien ayer dijo que nunca conoció personalmente a García Luna; hoy dijo que sus referencias contra el exfuncionario mexicano de seguridad eran por su experiencia en el Cártel de Sinaloa y por dichos de otros miembros de esa organización.
Además, Poveda negó tanto haberle pagado sobornos a García Luna como haber presenciado alguna entrega de dinero.
Otro testigo presentado por la Fiscalía contra García Luna declaró haberlo visto, aunque sea de lejos y rápido, en una carretera, acompañado por Arturo Beltrán Leyva y Édgar Valdez Villarreal, “la Barbie”.
Francisco Cañedo Zavaleta, quien fue policía federal, relató que en octubre de 2008, durante su día de descanso, transitaba por la carretera a Cuautla, en el estado de Morelos, cuando alcanzó a ver un par de camionetas suburban sospechosas cerca de las cuales había tres personas.
Al acercarse a ellas, según contó, pudo observar que allí se encontraban, juntos, García Luna, Beltrán Leyva y Valdez Villarreal, quien incluso portaba un arma larga. El entonces policía aseguró que aceleró, pero que después por el retrovisor vio que detrás de él venían las suburban; se detuvo y pasaron de largo. En una de ellas vio a los narcotraficantes y en la otra a García Luna.
Según contó, redactó un documento de denuncia por ese hecho para entregarlo al Congreso, pero todo se quedó en una reunión con Layda Sansores, entonces legisladora, quien le recomendó que se lo entregara a la revista Proceso; a quien se lo dio fue a un investigador llamado Enrique Santos.
Mencionó que después de aquella revelación vinieron las represalias: fue detenido por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, y fue consignado por seis delitos. Después estuvo recluido en el Penal de Puente Grande, pero después fue absuelto de las acusaciones y volvió a trabajar como policía.
Por su parte, la defensa de García Luna alegó que mientras García Luna fue funcionario fueron aprehendidos importantes narcotraficantes de varios cárteles como los Beltrán Leyva, los Zetas, Nuevo Milenio y de Sinaloa. Además, enseñó fotografías en las que García Luna aparece con funcionarios estadounidense como Barack Obama, Michele Leonhardt (administradora de la DEA) y Eric Holder, secretario de Justicia.