El presidente Andrés Manuel López Obrador no es demócrata y por eso no le gusta hablar de que “calló como momia” cuando ocurrieron los fraudes electorales de 1986 y 1988, expresó Ricardo Anaya Cortés, excandidato presidencial.
En un video difundido en redes sociales, Anaya Cortés consideró como “gran mentira” la afirmación de López Obrador de que la democracia en México inició hace un par de años con “la supuesta cuarta transformación”, lo que “es una injusticia brutal y una muestra de enorme ingratitud hacia miles de mujeres y de hombres que dieron su vida, que lucharon por construir las condiciones que, entre otras cosas, permitieron su triunfo en 2018, exactamente 30 años después del fraude del 88”.
“¿Sabes por qué a López Obrador no le gusta contar la historia completa de la transición a la democracia? Porque lo deja muy mal parado, porque lo desnuda como lo que realmente es”, comentó el político panista.
Reivindicó la historia de la transición democrática, que no es la historia de un solo hombre sino “de un magnífico esfuerzo colectivo que hoy está bajo amenaza. Y está bajo amenaza porque López Obrador nunca ha sido un demócrata”.
Y añadió sobre el presidente: “De ahí su complejo de inferioridad frente a intelectuales que han demostrado su compromiso con la democracia. Nunca ha sido un demócrata. Por eso desprecia a los medios que lo critican. Por eso interviene en el Poder Judicial sin pudor”.
Recordó que cuando se cometió el “asqueroso fraude electoral” en Chihuahua en 1986, quien lo operó como secretario de Gobernación fue Manuel Bartlett Díaz, hoy director de la Comisión Federal de Electricidad, mientras que López Obrador era militante del PRI, entonces partido gobernante.
También mencionó que entonces, mediante un desplegado, varios intelectuales, como Octavio Paz, Héctor Aguilar Camín, Carlos Monsiváis, Gabriel Zaid, Enrique Krauze y Elena Poniatowska, entre otros, denunciaron el fraude. “El reclamo no tenía nada que ver con ser de derecha o izquierda; era una lucha porque hubiera democracia en México”.
Anaya se preguntó y se respondió: “¿Y dónde andaba López Obrador en ese momento? En el PRI, calladito como momia. Era un distinguido priista del estado de Tabasco”.
Algo similar ocurrió en el fraude electoral de 1988, cuando la presidencia fue robada a Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador seguía en el PRI, y aclaró que la llamada “caída del sistema no es un mito: hay videos en los que anuncian la caída del sistema”. Recordó que Bartlett Díaz seguía siendo secretario de Gobernación.
Al respecto, Anaya destacó que en 1988 López Obrador “no acompañó en la lucha al ingeniero Cárdenas ni a Heberto Castillo, ni a la izquierda de esa época. Se quedó en el PRI mientras era candidato Carlos Salinas (…) Cuando no le dieron la candidatura que quería, se salió del PRI para ser candidato a gobernador por el Frente Democrático Nacional”.
Rememoró que “en las luchas democráticas de 86 y 88 Andrés Manuel López Obrador no participó”.
Comentó que ahora López Obrador se inventó una consulta popular inútil que costará más que el avión presidencial, con la que buscará “manipular una elección. Por eso desprecia a Chihuahua y a su gobernador, porque le acompleja recordar una lucha a favor de la democracia, la de Chihuahua 86, en la que ni él ni los suyos tuvieron los arrestos para participar”.
El 21 de septiembre pasado Anaya Cortés anunció su retorno a la vida política del país. Un día después Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, anunció que se le investiga por denuncia de Emilio Lozoya Austin.