Aunque en varias ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado su retiro total de la política y que partirá a su rancho La Chingada, ya empezó a dar muestras de que no será así: dijo que atenderá a Claudia Sheinbaum y que hará uso de su derecho a disentir.
A menos de cuatro meses de que entregue la banda presidencial, el tabasqueño ya empezó a dar muestras claras de que su retiro de la política, el que ha anunciado desde hace años, ha sido una engañifa más. Este viernes, en su conferencia de prensa comenzó a dar el viraje cuando fue cuestionado sobre sus hijos y su legado político.
Preguntado sobre si sus hijos podrían continuar en la política enarbolando el lopezobradorismo, dijo que son libres, aunque a él no lo representarán “porque yo ya concluyo”. De inmediato aclaró las situaciones excepcionales que le harían no dejar la política: “Y sólo atendería yo un llamado de mi presidenta, también, haciendo uso de mi derecho a disentir”, y dejó muy clara la temporalidad de ello: “Toda la vida”.
Con anterioridad López Obrador había señalado, sin fisuras, que se retiraría de la política al concluir su gobierno. Así, por ejemplo, en su conferencia de prensa del 20 de septiembre de 2023, fue muy contundente: “Ayer alguien propuso que por qué no los expresidentes pasaban a ser senadores. Lo voy a decir de manera muy coloquial: ¡zafo! O sea, a mí que no metan en eso”.
Ratificó, dentro de su muy peculiar “moral”: “Yo, ya lo he dicho, soy un hombre con convicciones y de palabra. A mí me queda un año y 10 días, y yo ya termino; entrego la banda presidencial y me jubilo, y no acepto ningún cargo hacia adelante, ni nacional ni en el extranjero”.
Pero su proclamación fue más allá de cargos públicos: “Y no voy a participar en un ningún evento, ni académico, ni político; nada, absolutamente. Y no vuelvo a opinar sobre cuestiones políticas; no voy a tener comunicación con redes, voy a cancelar completamente mi Twitter, mi Face, completamente”.
Para que no quedara duda, agregó: “No voy a recibir a nadie que me plantee nada vinculado a política; se lo he dicho hasta a mis hijos: que cuando me vayan a ver a Palenque, es un tema vedado, no podemos hablar. Podemos hablar de la historia, la filosofía, la música, el beisbol”.
En esa ocasión aclaró que dedicaría unos tres o cuatro años a terminar un libro sobre el pensamiento conservador en México.
Antes, el 14 de diciembre de 2021, el tabasqueño había sido hasta más radical: con el permiso del Señor y la autorización científica, prometió que no habría comunicaciones y ni siquiera fotografías en su etapa pospresidencial.
“Si lo permite el Creador, la naturaleza, la ciencia, ya me voy a retirar en septiembre del 24, y ya no quiero saber nada de política (…) Me voy a meter a hacer un libro que quiero, que voy a publicar en tres, en cuatro, en cinco años. Porque ya no voy a hablar: voy hasta a cancelar mi teléfono, no voy a permitir que me tomen fotografías y, para evitarlo, pues voy a procurar no salir. No voy a aceptar ninguna invitación para ir a una conferencia, a nada”.
El 18 de enero de 2021 también fue más que contundente en condenarse a sí mismo a la inutilidad política: “Yo termino, si paso la prueba de la revocación del mandato, termino en septiembre del 24, y ahí sí, allá donde va a valer mucho más la quinta (La Chingada). Y misión cumplida: jubilación y no vuelvo a participar en nada. Ni líder moral ni cacique político ni opositor: nada de nada. Ya considero que para entonces habré cumplido, y vienen nuevas generaciones y tiene que haber relevo generacional”.
Esas son tres ocasiones, muy representativas y no las únicas, en las que López Obrador se refirió a su retiro prácticamente total de la política. Sin embargo, este viernes ya comienza a hablar del llamado de su presidenta y de su derecho a disentir.
El engaño al respecto no es nuevo: en febrero de 2012 en los medios se difundió una grabación en la que López Obrador le decía a un empresario durante una reunión: “¿Te acuerdas en tu casa cuando dije que, si la elección era limpia y libre, me iba yo a ir, y si perdía, me iba yo a ir a La Chingada? ¿Te acuerdas? Sí, ahora sí. Es que yo tengo una quinta que me dejaron mis padres”.
Por supuesto, el tabasqueño no cumplió; ahora ya va dando muy claras señales de que tampoco lo hará hoy.