A un día de anunciar la compra de 13 plantas de la eléctrica Iberdrola, el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó el impacto financiero del acuerdo, de 6 mil millones de dólares, al decir que no representa deuda y que además, solo representa el 0.4% del Producto Interno Bruto.
Ayer dijo que se trata de una “nueva nacionalización”, cuando en realidad se trató de un trato de compraventa al que Iberdrola accedió por los insalvables obstáculos que el gobierno les puso para operar.
Este miércoles, en la mañanera, AMLO dijo que esta compra se pudo hacer porque México tiene finanzas públicas fuertes y no se endeudó durante la pandemia.
“La operación de ayer, de manera técnica, no entra a la deuda, pero bueno, nos significó 120 mil millones de pesos, como el 0.4 por ciento del PIB, porque tenemos finanzas públicas fuertes”.
Y admitió que la CFE y Pemex son monopolios. Presumió que con esta compra el control del mercado que tendrá CFE será de más del 55% y espera que llegue al 65% al finalizar su gobierno.
“Calculamos que vamos a agregar a la CFE a finales de sexenio hasta 15 por ciento más, podríamos llegar hasta 70 por ciento”, dijo. Calculamos que mínimo la CFE la vamos a dejar con 65 por ciento. Y eso es el rescate, por eso hablaba ayer de nacionalización”.
Dijo que hay que acabar con los monopolios, pero solo los privados cuando se trate del sector eléctrico, pues según él, en los países donde la electricidad está en manos de privados, la gente sufre más.
“Con las heladas, hace un tiempo en Texas, como está privatizado el sistema eléctrico no tienen una red nacional y no podían llevar energía de otros estados porque todo está fraccionado por empresas, lo mismo sucede en Europa y otras partes”.
Insistió en que esta compra se realizó para ofrecer precios justos a los consumidores en energía eléctrica y detener la privatización del sector.
“En esencia, se garantiza que no aumente el precio de la luz, eso es lo esencial, hay muchos elementos técnicos”.
Finalmente, felicitó a los funcionarios que trabajaron para lograr el acuerdo.
“Felicito al secretario de Hacienda, a su equipo, desde luego al director de la CFE, Manuel Bartlett, que trabajaron para llegar a este acuerdo, sobre todo fue una decisión que se tomó y se cuidó mucho para que no se deshiciera, para que no pudieran sabotear la operación, porque los conservadores son muy, muy coléricos, enojones, y se obnubilan”, dijo, a pesar de que ha sido él quien de manera sistemática ha insultado a los dueños de Iberdrola.