Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador las agresiones contra medios y periodistas se elevaron 62% con respecto al sexenio anterior, siendo el Estado, en todos sus niveles, el mayor agresor, reportó Article 19 en su evaluación sexenal. La organización documentó 3 mil 408 agresiones de todo tipo, una cada 14 horas.
En el informe “Derechos pendientes” difundido este martes 9 de julio, la agrupación de defensa de periodistas documentó el grave retroceso que AMLO propició en libertad de prensa, agresiones, campañas de desprestigio, autocensura, inseguridad, precariedad laboral y asesinatos.
En el capítulo “Continuidad de la violencia contra la prensa” se apunta que mientras en el sexenio de Enrique Peña Nieto hubo al menos 2 mil 502 agresiones contra la prensa, en el de AMLO hubo 3 mil 408, “un incremento porcentual de 62.13%”.
“En 2020, hubo 693 ataques contra medios de comunicación y periodistas, lo que representó un incremento de 13.79% respecto al año anterior. En 2021 se documentaron 644 ataques. En tanto, en 2022 se registraron 698 embates,11 convirtiéndolo en el año más violento para la labor periodística desde que ARTICLE 19 inició el registro de agresiones. Por último, en 2023, la organización contabilizó 561 agresiones contra la prensa”, dice.
La situación grave que se vivió con Peña Nieto se acrecentó con AMLO, quien prometió mejorar las condiciones de los periodistas, pero no lo hizo. Esta situación provocó que la autocensura se haya convertido en “un recurso de subsistencia de parte de las y los periodistas en México”.
Existen 18 categorías de agresiones contra la prensa: intimidación y hostigamiento, amenaza, bloqueo o alteración de contenido, campañas de desprestigio, ataques físicos, cuentas falsas, privación de la libertad, tortura, desaparición y asesinato son algunas de ellas.
En este sexenio se incrementaron sustancialmente las campañas de desprestigio, de las cuales Art19 documentó 248 casos. Muchas de estas campañas caen dentro de la esfera del uso ilegítimo del poder público, categoría que a su vez se divide en dos grupos: el uso de la tribuna pública para descalificar a la prensa y los procesos legales en contra de periodistas.
Enfatiza que la práctica de estigmatizar a la prensa “ha ido en constante aumento durante el gobierno obradorista, pues en 2019 se contabilizaron 18 casos y 73 en 2023. Ello demuestra que la estigmatización ha sido una estrategia intencionada y permanente para amedrentar a la prensa”.
En este sentido, “el Estado mexicano, por intermedio de sus autoridades, se mantiene como el principal agresor de la prensa con 1559 agresiones, que equivalen a 45.75% del total”.
Dentro de los agresores del Estado se encuentra en primer lugar el presidente AMLO, funcionarios públicos civiles, fuerzas de seguridad civiles y fuerzas armadas.
También hay agresores particulares: individuos o empresas, miembros de la delincuencia organizada y partidos políticos. Un buen porcentaje, 21.95%, no pudo determinarse al perpetrador.
Precisa que el crimen organizado “tiene porcentajes de agresión más bajo en comparación con las autoridades”, aunque son más altas que en el sexenio anterior. Asimismo, las agresiones del crimen organizado incluyen secuestro, desaparición, tortura y asesinato, por lo que, aunque su número es menor, su gravedad es la más elevada.
Otro elemento crucial de la agresión contra periodistas es la precariedad laboral en la que viven, producida en parte por el control económico que los gobiernos hacen de los medios de comunicación por medio de la publicidad oficial.
Muchos periodistas recurren a la autocensura para evitar perder publicidad oficial y/o para evitar el despido de sus puestos de trabajo.
“Article 19 documentó que durante este gobierno persistió la estrategia de silenciamiento mediante la violencia contra periodistas. Una prensa bajo amenaza constante también continuó padeciendo los controles económicos sobre los medios de comunicación por el uso de la publicidad oficial y la precariedad de los trabajadores de los medios. Por si fuera poco, el trabajo informativo tuvo que afrontar una hostilidad verbal sin precedentes del Ejecutivo Federal, reproducida por autoridades estatales y municipales”.
Desde la presidencia de la República surgió un “discurso estigmatizante”, que “desfigura la importancia del periodismo para una sociedad democrática, y que adopta el imaginario social”. El organismo documentó 224 discursos estigmatizantes por medio de comunicaciones oficiales.
El epicentro de las agresiones contra la prensa es la Ciudad de México y dentro de ella, el protagonista es el jefe del Ejecutivo, López Obrador. “De las 582 agresiones ocurridas en la entidad, 179 , es decir, 30.76%, se dieron enel contexto de las conferencias matutinas del Ejecutivo Federal”.
“Registramos 179 agresiones en las ´mañaneras´ y también identificamos que autoridades municipales y estatales de 20 entidades de la República repitieron 62 veces el mismo discurso estigmatizante: “hampa del periodismo”, “hipócritas”, “prensa fifí, “conservadores”, “fantoches”, “doble cara”, “corruptos”. De la misma forma, en 30 ocasiones particulares emplearon ese discurso para agredir a una persona periodista”, indica.